Ernesto

Ernesto era un guineano que vivía en Libreville. Ernesto se ganaba la vida manejando una grúa y era un gruista muy fino trabajando. Ernesto tenía dos mujeres, una en Malabo y otra, con él, en Libreville. Cuando empezaba a notar que la esposa que estaba junto a él no le trataba, mimaba, adoraba y satisfacía como era su gusto llamaba a la de Malabo. Decía que aquella era la mejor época, pues las dos se desvivían por él, pero que duraba poco aquel bienestar pues en seguida comenzaban las dos mujeres a tirarse los trastos a la cabeza y tantas discusiones rompían su equilibrio. Entonces Ernesto procedía a enviar a Malabo a la que había convivido con él durante los últimos tiempos y se quedaba con la recién llegada, quien permanecía hasta que Ernesto empezaba a notar que no le trataba, mimaba, adoraba y satisfacía como era su gusto. Entonces, llamaba a Malabo.