03 enero 2008

Cuarenta y dos

Cuarenta y dos por uno.

Veintiuno por dos.

Catorce por tres.

Siete por seis.

15 comentarios:

SisterBoy dijo...

¡Cagliostro! No me digas que cumples un día despues de mi

Zar Polosco dijo...

Sisterboy, mucho me temo que tu alter ego Ricki Ricardo te está atrofiando las neuronas y memoria, lo que se dice memoria, te está dejando poca.

Pues sí, el tres de enero va detrás del dos de enero.

¿Cagliostro? Tu vocabulario exclamativo es infinito.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues habrá que cumplir, ¿no? ¡Feliz cumpleaños! Aunque no debe ser bueno eso de cumplir años tan cerca del día de Reyes, ¿no...?

3'14 dijo...

¡Felicidades Zar! Tambíen por saber multiplicar tan bien.

Espero volver a felicitarte el año próximo y leer (otra vez) el sorprendido comentario de Sisterboy y entrar en un bucle infinito hasta el fin de nuestros días.

¡Besos!

(Queda terminantemente prohibido mencionar la crema pastelera)

Zar Polosco dijo...

A todos los que cumplimos años en días cercanos a la noche de Reyes se nos deben muchísimos regalos de cumpleaños.

Gracias por las felicitaciones.

Y me encanta la crema pastelera.

elbé dijo...

Menos mal que llego a tiempo, hubiera sido imperdonable. ¡Felicidades Cagliostro!
No tengo idea de qué puede significar pero es una palabra estupenda.

Apolonio-de-Rodas dijo...

Muchas Felicidades, que cumplas muchos mas, y yo que lo vea.

SisterBoy dijo...

Oh Zar compañeros de horoscopo y compañeros de traumas infantiles pre reyes magos!

Álex dijo...

Felicidades. ¿Cuál es el trauma exactamente, no tener regalos el día de tu cumpleaños como el resto de los niños o no tener regalos el día de Reyes como el resto de los niños? La cuestión no es baladí.

Zar Polosco dijo...

A mí los Reyes Magos siempre me han traído algo. Regalos de cumpleaños, alguna vez tuve alguno (este blog, por ejemplo).

Muchas gracias por las felicitaciones, Cagliostros míos.

Anónimo dijo...

¡Válganme mis orejas y bigotes, qué tarde se me está haciendo! El Conejo Blanco debió mirar entonces su reloj, sin percatarse de que Alicia había caído por la madriguera. Con frecuencia, zar, llego a los cuentos y a los cumpleaños a deshora, a cotillón pasado y tarro de mermelada vacío. Lo bueno es que en el banquete, siempre se sientan la liebre, el sombrerero loco y algún Cagliostro que debajo de la mesa, cuenta los años con las tablas de multiplicar.

Cuarenta y dos mermeladas de naranja hacen una bonita despensa.
Dispensa, por el retraso y felices confituras.

Toupeira dijo...

FELICIDADES CON RETRASO.
Animo que esa es la mejor edad.Entre los 41 y 43 no hay otra mejor.
Feliz cumpleaños.

Arual dijo...

Ayssss felicidades, llego tarde, llego tarde, como el conejo de Alicia, pero más vale tarde que nunca, seguro que me acordaré de tu cumple porque justo ayer también cumplieron añitos mi primo y una amiga, no tantos (bueno no quería ser mala) pero cumplieron, jeje!
Pues nada ahora a por los 43, el año que viene seguramente te felicitaré teclenado con una sola mano mientras le pongo el chupete a mi "petardete" (está claro que aún no tiene nombre elegido) para que deje de llorar porque su mama blogea.
Me voy al blog de Sister a felicitarle con retraso a él también!

Zar Polosco dijo...

Todo santo tiene su novena. No tengo nada que disculpar y sí mucho que agradecer.

Ya veo, Marina, que siempre te coges el mejor sitio en los banquetes, aunque llegues a deshora.

Y me gusta mucho la mermelada de naranja. Y repito pregunta ¿para cuándo tu blog? Esa prosa merece casa propia, por más que agradezcamos tu prodigalidad en las nuestras.

Toupeiro, no sé lo que ocurre, pero, cumpla los años que cumpla, siempre tengo la mejor edad. No sé para qué, pero siempre es la mejor.

Y, Arual, te agradezco que hayas escrito tantos y no tantísimos.

Sett dijo...

superatrasadas felicitaciones