23 abril 2007

Bueno, tanto dar la matraca con el maratón que no me queda más remedio que hacer la crónica, aunque maldita la gana.

El día amaneció soleado y sin muchas perspectivas de viento. Como de costumbre, una hora antes ya estaba dando vueltas por la zona de salida, tres cuartos de hora antes comencé el calentamiento rodando quince minutillos suaves, estirando, untándome de vaselina, bebiendo agua y rodando después otros tres o cuatro minutos con un par de progresivos antes de encaminarme a la salida.

A pesar de situarme con quince minutos de antelación, aquello tenía muy mala pinta. Estaba a hacer leches de las pancartas. Traté de colarme todo lo que pude y acabé junto a tres valencianos de Bocairente, pero no mucho más cerca. Dieron la salida y pasé el primer kilómetro en cinco cuarenta y cinco. En un kilómetro acumulaba un retraso de minuto y medio para seguir el promedio de las tres horas. Ahí se acabó el maratón y debiera haber empezado otro. Pero yo no lo entendí así.

Mi planteamiento de carrera era muy claro: a cuatro quince el kilómetro. Ni me planteé el perfil de Madrid (que lo tenía ahí, delante de mis narices, pero para chulos yo) ni me planteé el posible retraso en la salida. Así que, ante la primera contrariedad, ansiedad. Subí la Castellana a todo trapo y fui recortando, recortando, hasta pasar la media en uno treinta dieciocho. Estaba en tiempo, pero sólo en tiempo.

Si la primera mitad del maratón era dura, la segunda era una hijoputada, con toboganes constantes. Nada más pasar la media vi que empezaba a perder tiempo, así que, apagué el reloj y me planteé acabar dignamente. Que todo el entrenamiento sirviese para algo.

Pero el maratón no perdona las tonterías. Cada vez iba a peor. En el treinta traté de beber agua pero esta no me entraba, provocándome arcadas. Me molestaba el estómago, el esófago, el píloro y porque no tengo ni puta idea de anatomía, que si no me hubiesen molestado más cosas. Hacía calor. A partir de la segunda hora las cuestas las medio subía bien, pero bajarlas era un suplicio. Me dolían los muslos, los gemelos pensaba que reventaban, las plantas de los pies me ardían. Así llegué hasta el treinta y cuatro. Me paré. Traté de recuperar andando pero, cuando intenté volver a arrancar, vi que no podía. Así que, me eché a un lado y me fui. La primera vez que me retiraba en un maratón. La primera vez que me he retirado de una carrera en mi vida.

Como bonita alegoría del fin de lo que pensaba haber sido mi maratón sub tres horas y entrar a formar parte del club de los elegidos está que terminé en la parada de metro de Simancas mendigando un euro para poder coger el metro que me llevase a mi casa. Contra soberbia, humildad. Lamento el tufo que tuvieron que aguantar mis compañeros de vagón. Yo sólo podía mirar al suelo y tratar de no morirme de la vergüenza.

Ayer, cuando volvíamos en el coche, pensaba como iba a contar la carrera. Pensaba en títulos como una retirada es un fracaso, a tiempo o a destiempo, o cómo no correr una carrera. Trataba de ironizar, de reírme, pero no podía. Estaba y estoy hecho una cataplasma. Pero, con todo, lo que más me jode es que no disfruté nada. No disfruté de la carrera, no disfruté de Madrid, no disfruté del ambiente (en algunas partes, impresionante). Sé que no se corre con el reloj. Se corre y después se mira el reloj. Cada circuito tiene su ritmo y su tiempo. Hay carreras rápidas y hay carreras lentas, pero siempre hay que adaptarse a cada una de ellas y disfrutarlas. Y, si me sé tan bien la teoría, si llevo mil años corriendo y dos millones de carreras, ¿qué cojones hacía yo yéndome de cabeza contra el muro? ¿qué mierda me pasó ayer para suicidarme de esa manera? ¿por qué esa ansiedad, esa obsesión? ¿por qué no pude reaccionar, razonar, pensar? ¿alguien tiene un psicólogo de confianza?

Aunque podría haber sido peor. Gonzalo, de Belmonte, consiguió cruzar la meta. Después se desplomó desvanecido y sólo lo reanimaron con dos litros de suero y no sé cuántos de oxígeno. Mi hermano estuvo en Anoeta el sábado viendo al Atleti. Dice que no ha pasado más vergüenza en su vida.

Y ahora me esperan dos semanas sin ponerme las zapatillas, a recuperarme y a tratar de recomponer los cachitos que me quedan de autoestima. Volveré a nadar, que llevo tres meses sin tirarme al agua y procuraré no correr ninguna carrera hasta el otoño. Poco a poco tendrá que volver la confianza. En fin, que me quedo con unas cuantas cuentas pendientes. Madrid me mata. Nunca mejor dicho.

16 comentarios:

Slim dijo...

a lo mejor no te sirve de consuelo, pero para mi correr 34 km subiendo y bajando tiene mogollon de mérito.
y que prefiero que me cuentes que te retiraste a que acabaras con oxigeno.
y que si te veo en el metro no pensaria en lo mal que hueles sino en lo valiente que eres.

que nada, que animo, y que a corretear otra vez, que lo haces mut bien.

GaNDuL SaGaZ dijo...

¡Cobarde! Toda España mirándote y te has rendido...

GaNDuL SaGaZ, Señor del Sie7e

P.D. kE les den po'culos a toOs!

Anónimo dijo...

Fíjate que la primera retirada tiene su parte buena. Ya está, no pasa nada. Es muy humano, sobre todo si vas a batir marcas. Yo estuve a punto de retirarme en la Marató y mitja (*) al llegar a Chodos, casi en mi pueblo ya, despues de 55 km, porque se me engancharon muy dolorosamente los isquiotibiales o como se diga. Ni sentado dejaban de doler. Luego resulta que se pasó como si nada y acabé milagrosamente.
El cuerpo y la mente nos juegan malas pasadas de vez en cuando, y hay que asumirlo. Si en tropocientas carreras no te has retirado nunca, ahora te quedan otras tropecientas hasta volver a retirarte. Igual cuelgas antes las zapatillas.
Lo peor es que no disfrutaras nada. Yo sería incapaz de participar en una carrera sin disfrutar. Pero claro, yo soy menos competitivo y más Zen que tú.

Animo y a por la próxima. A ver si te apuntas a la Marato i mitja de este año. Es el 12 de mayo.

(*) La hice andando, yo no soy un atleta como el Zepporro.

cucumber dijo...

no te voy a consolar, por que no me parece consolable, que un tio que intenta correr treintaytantos km por las cuestas de madrid, se pare.supongo que para ti sera diferente. tambien hay que saber perder-retirarse, como cuando estas en la 20ª cerveza y te dices ya no puedo más, me voy a casa.. pues es algo parecido.asi que a la proxima ya habras aprendido algo, aunque el hombre es el unico animal que tropieza dos veces en el mismo marathon y en la misma cerveza.
ah! si dejas de correr ven con nosotros en bici, que no pasa nada si te retiras.

Pasitos de bebe dijo...

jo! zarpo!! no se llevar que decirte al respecto, pero seguro que hiciste todo lo que estaba en tus manos y en tus pies y en todo tu cuerpo en general, yo prefiero pensar que pasó lo que pasó por ser en Madrid, esa gran ciudad desanima a cualquiera y ante cualquier situación, en fin sigue corriendo y disfruta de ello que es lo importante. Miminessss

3'14 dijo...

Veo que para ti, en cuanto a carreras supone, lo de "lo importante es participar" no es un lema que vaya contigo... Entiendo que en una competición el objetivo básico es ser el primero, pero, una retirada a tiempo también es una victoria. Como dice Slim, mejor lo que hiciste que acabar tirado por el suelo con asistencia médica... Y mira, no se la frecuencia de este maratón, pero ya has aprendido algo para la próxima convocatoria. Estoy segura que la siguiente, no sólo llegarás a la meta con la marca que te hayas fijado, si no que acabarás saliendo por tu propio pie y no en una camilla. Por que me da que si en algo ganas a esa competitividad que te caracteriza es en perseverancia. Lo cual no sólo no esta reñido, si no que es complementario. ¡Animo campeón!

PD: En cuanto a tus aromas por el metro míralo como una ventaja, a veces está imposible encontrar asiento, seguro que espacio a tu alrededor no te falto ;)

Zar Polosco dijo...

Fui muy solo en el metro, eso es cierto. Y sentado.

El problema del maratón es que es uno al año. Y se magnifica y te obsesiona. Me llené de ilusiones, me visualicé a mi mismo infinidad de veces consiguiendo el objetivo que, al primer revés, al suelo.

Lo importante no es participar. Yo no corro para ganar, pero sí para disfrutar y conseguir los objetivos que te planteas. Más de la mitad de la gente que entra en meta en un maratón levantan los brazos. Ellos han ganado, no han participado. Los otros piensan en lo que han hecho mal y en lo que tienen que mejorar.

De todas formas, volveré a tropezar, aunque espero caer con mejor pie. Y lo celebraré bebiéndome veintiuna cervezas.

Lo de la bici no lo descarto para el futuro. Lo de la marato i mitja, dejame que me lo piense, que hoy no me puedo mover.

Y, Llumm, Madrid es precioso. A mí me encanta. Luego tardas una hora en llegar a la Casa de campo para recoger el dorsal, tienes media hora de cola, otra hora para volver y reniegas. Pero las cañas (con sus tapas correspondientes), el café con leche con porras, la relación de los nacidos el tres de enero del sesenta y seis en el sanatorio de la Milagrosa (Chamberí)y un montón de zonas de Madrid están entre las quinientas cosas mejores del mundo.

elbé dijo...

Al final no pude ir a verte llegar... cuando llegué a casa por la noche miré la clasificación y no te ví. Supuse que algo había pasado.

Qué se le va a hacer. Así tienes excusa para preparar la del año que viene.

Álex dijo...

Ánimo hombre, peor es lo mío que no corro ni para coger el autobús.

Lo que tenía que mandarte ya está en manos de Correos (que dios nos coja confesados).

Pasitos de bebe dijo...

Hey!! que a mi también me encanta Madrid, de hecho voy bastante, pero para ir de vez en cuando.
El tiempo allí lo inviertes para ir de un lugar a otro, mucho tráfico, dos horas para ir alla, para volver aca, etc...pero la ciudad es linda. Quería dar la culpa a la ciudad, por ejemplo...

Zar Polosco dijo...

Álex, si Dios te pilla alguna vez, seguro que no es confesado.

El caso, Elbé, es que me acordé de ti tal y como me estaba retirando. Pensaba, mira que si el pobre Paco está en meta con su cámara esperando, la faena que le estoy haciendo. Menos mal que no fuiste.

La culpa, Llum, es mía. Aunque las cuestas de Madrid también tuvieron su parte de culpa, aunque esas están ahí, y entre las infinitas obras que ha hecho y está haciendo Gallardón, creo que no contempla la de dejar toda la ciudad a nivel.

Anónimo dijo...

Jo Zar, pues ya lo siento. Pero oye, que no pasa nada...unos días de chaparrón, luego escampa y ya sale el sol otra vez!!! :-) Muy buena tu descripción de Madrid para Llum...me sirve a mi también, ya que querías contarme cómo estaba la capi! Gracias!

Zar Polosco dijo...

Imán, Madrid siempre está bonita porque es bonita. Yo soy de allí aunque ya hace más de veinticinco años que salí para Valencia. Cuando vuelvo termina desesperándome pues es demasiado grande para mí, pero el Retiro es mi casa y lo será siempre. Van acabando obras pero aún quedan muchas zonas levantadas. Habrá quien te haga mejores crónicas pues estará allí de continuo. Yo la encontré preciosa, como siempre.

Anónimo dijo...

Me acorde mucho de ti... antes,durante y después de carrera...

Hay veces que uno no logra conseguir su objetivo,el día que lo tiene propuesto,sin embargo inicia el camino que lo llevará a conseguilo algún día...

Otras veces,uno cree que ha sido derrotado,que todo el esfuerzo ha sido inútil...mas siempre queda como ejemplo,como referente para otros...que admiran su valor y su valentia.

UNA FORTA ABRAÇADA!

Zar Polosco dijo...

Muchas gracias, Amelia. El domingo y el lunes estaba muy tocado. Hoy sé que sólo fue un mal planteamiento y que los reveses están para aprovecharlos. Llevaba muchas carreras acabando sonriendo y me quedan muchas por sonreír..

Muchas gracias, de nuevo.

Anónimo dijo...

"LA VALIA DE UNA PERSONA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE SE CAE,
SINO POR LAS VECES QUE SE LEVANTA"

Adelante... siempre sacando fuerzas De los malos momentos...la experiencia.
Luchar y luchar...se logra... más temprano que tarde.

UNA FORTA ABRAÇADA!

P.D.No tienes que darme las Gracias,aquí una fan...porque...

"No hay sonrisa más hermosa,que aquella que se debate entre las últimas lágrimas"

...Y la tuya,en esteos momentos ha de ser tan hermosa...mientras imaginas la próxima carrera,y como echarás nuevamente lo necesario,y esa vez superaras hasta tu propia marca.