De mis churris joloffeim

Hoy me apetece narrar momentos estelares de voces femeninas. Podría ser el comienzo de una sección. O tal vez no. Ya veremos, ya.

Nos tiramos dos años trabajando en el complejo que finalmente fue conocido como "Hotel Bali" en Benidorm, en su momento el edificio más alto de España y el hotel más alto de Europa, no sé ahora. Estábamos ya liados con el pomposamente llamado "Palacio de congresos" (una singular estructura de cubierta espacial de cuyas jácenas principales pende una entreplanta que permite una planta baja completamente exenta de pilares. Una estructura compleja y preciosa, proyecto de Antonio Escario, calculada y ejecutada por nosotros). Cercano a la obra había un garito de british, de cuyas entrañas surgió la voz dulce y envolvente de una diosa que, en un karaoke, cincelaba para la eternidad de mis sueños el "Don`t sleep in the subway" de la picaruela Petula Clark. Era media tarde. Yo estaba en plena visita de obra, con la propiedad, la dirección facultativa y la tuna compostelana. En un tris estuve de desairarlos a todos y de salir escopetado para rendir honor y pleitesía a aquella voz. El amor. ¡Ah! El amor.

Tiene Mocedades una canción bastante desconocida llamada "Marinero de agua dulce" que a mí me encanta. Supongo que será de Juan Carlos Calderón, como casi todas las de su época gloriosa (los setenta y finales de los sesenta). Canta Amaya, as usual, pero, por una vez, a la otra, a la que hace los coros a la par que engorda y adelgaza con aparente facilidad, le dan una pequeña oportunidad para lucirse. Y lo hace. Dice "mejor vuelve al remanso. Vuélvete a casa" de una manera tan suave, tan sencilla, tan tierna, tan... El amor. ¡Ah! El amor.

En el muy popular primer disco de Eydie Gorme junto al trío Los Panchos, cuando Los Panchos eran Los Panchos, con Alfredo Gil y Chucho Navarro sin el cretino integral de Rafael Basurto merodeando por allí, hay una canción, "Nosotros", donde Eydie dice un "escúchame" tan intenso, tan delicioso, tan lleno de matices que parece mentira que luego se juntase en Las Vegas con esa cuadrilla de filántropos que eran Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis jr. y demás caterva ratpackera.

En uno de los, en mi opinión, que es la buena, tres mejores discos que jamás se hayan hecho, en el primero de "La Fusa" con Vinicius de Moraes, Toquinho y María Creuza, hay una colosal versión de la colosal canción "Lamento (no morro)" escrita por los no menos colosales Antonio Carlos Jobim y el propio Vinicius. En esta versión, María, que canta "con mucha sencillez, con un timbre muy caliente", dice dos veces "de madrugada". La primera vez que lo dice, si alguna vez me viese en el brete de tener que explicar qué es la belleza, lo pondría como ejemplo. Aquí tienen, señores, lo que es la belleza en estado puro, lo que es la quintaesencia de la belleza.

El afamado filántropo antes citado y conocido como Frank Sinatra grabó un primer disco de duetos bastante interesante. Uno de ellos es una versión de parte del standard de los hermanos Gershwin "I`ve got a crush on you" junto a la inefable Barbra. Nunca entenderé porqué llegaron a publicar esa canción, siendo el disco de Sinatra. Empieza el Francis Albert fiel a su estilo, muy apañado, correcto. Pero después llega Barbra, lo coge, lo voltea, le da cien patadas, le da cincuenta revolcones y lo deja humillado a los pies de los caballos (o hay leísmo o hay loísmo, ya lo sé). Lo que hace la Streisand en esta canción es para jurarle devoción y fidelidad eterna. Y yo se la he jurado. Amo a esa mujer. La amo.

Habrá segunda parte.