21 junio 2006

Quiero mi comisión

El sábado veinticuatro de junio, a las veinte horas, en la localidad gaditana de Grazalema, en la Neilson Gallery, o en la galería del hijo del tocayo del primer hombre que, según Alex, pisó un decorado que simulaba la luna, se llevará a cabo la inauguración de una exposición colectiva de pintura denominada "Mano a mano". Los artistas que exponen son Erika Saito y el gran grandísimo e inefable Roberto Mollá. La exposición durará hasta el veintitrés de julio.

Glosar la figura de Roberto Mollá (Valencia, 1966), firme promesa a finales del siglo XX, leyenda en el presente e inmortal en el futuro, en pocas palabras sería injusto, y mucho más en un espacio tan liviano como es este blog. Este artista fatigable y con un tenis playa voluntarioso deja cortos los adjetivos calificativos cuando se trata de juzgar o definir su obra. Para los pocos que todavía ignoréis quién es Roberto Mollá os recomiendo entréis en su página web www.robertomolla.com, todavía en desarrollo, bien directamente o bien a través del enlace Tomoya de este blog. En ella descubriréis porqué las palabras son tan ridículas y tan superficiales cuando se trata de definir un mundo de sensaciones que supera lo excelso, lo sublime, lo colosal.

Y a vosotros, inversores, sabed que Roberto Mollá siempre cotiza al alza, que nunca vuestro dinero estará mejor invertido. Pedid informes. Documentaos. Haced análisis, sondeos, estudios. Roberto Mollá es un valor seguro y fiable y con una revalorización interanual por encima de los demás valores del mercado. Roberto Mollá es la rentabilidad misma.

Eres grande, Gorras. Te espero en el Foredeck.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo lo veré en directo.

Tomoya I dijo...

Nunca un panegírico fue más merecido que éste que el gran Zar Polosco, no sé si desinteresadamente, me dedica.

Todo lo que se diga sobre mi descomunal prodigio pictórico es poco. La vida ociosa de mis descendientes está asegurada por siglos o meses según administren las oportunidades de despilfarro y glamour que les ofrezco.

El dia en que mis inteligentes amigos y coleccionistas adquirieron a precios risibles una mínima porción de tela bellamente policromada por mis inspiradísimas manos se les apareció la virgen como al Koala cuando dijo Opá.

Gracias Zeppo por tu loa, gracias Torrija por llevarme y traerme.
Ahora os dejo para seguir agigantando mi obra. Tengo una deuda con la Historia y a ella me debo.