19 abril 2006

Te dejaré jugar con mi llavero

Acabo de ver unas fotos de Nadia Comaneci y me he quedado a cuadros. Me ha venido a la mente ese gran filósofo y sociólogo que es el Profesor Cojonciano quien, en una de sus sesudas reflexiones, denunciaba la confusión que existe entre arreglarse y aputonarse. Una cosa es ir con el semáforo en verde. Otra cosa es lo que es. En Belmonte, una amiga nuestra de la adolescencia, de esas que enseguida se echó novio y se olvidó del mundo, que era un primor verlos de la manita tan elegantes detrás de las procesiones, toda monjil ella, discreta, cándida...Se casaron. Tuvieron un churumbel. Y ahora se han separado. Y ella ha vuelto. La leche. No sé que le ha pasado en las hormonas pero las tiene dando saltos. Mister Hyde elevado a la k-ésima potencia. Y esa boca tan abrasiva. Y esas piernas, que parecen el cabello de Medusa. Y esa mirada ígnea. Da miedo. Daría más miedo si no recordase a Jerry Lewis en "El profesor chiflado".

Nunca sabré si es buena idea aplicar espejos cóncavos a todo. Aunque a Valle-Inclán le fue bien.

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