14 marzo 2006

El amor, la botánica y otras reacciones exotérmicas

Hoy está en los periódicos. Dos mil hectáreas quemadas en la Safor. El origen del incendio: el despecho. Un xiquet triste y azul quema las cartas de amor de su ex-novia (seguro que una mala zorra. Viva el corporativismo) y las tira al contenedor. Si no las hubiese quemado, podría haber cantado con los años lo de las cartas amarillas mientras buscaba mil te quieros, mil caricias. Se ve que estas nuevas generaciones se lo toman todo a la tremenda y, aunque preparadas para la Gran Medusa, les falta pulirse. Hay que sufrir dando mucha pena, con un alto nivel autoconmiserativo y autocondescendiente. Le propondré a la Torrija hacer una gira por las distintas comarcas para encauzar a esta juventud dispersa y conseguir muchos acólitos y prosélitos que nos financien nuestra vida terrenal a la espera que salgamos en el Interviú. La Gran Medusa: ¿La Gran Estafa?, entre Yola Berrocal y Malicia Jones, tremenda hembra que un día habló con un futbolista del Tottenham.

Y es que el amor, como invento financiado, desarrollado e impuesto por las sociedades acomodadas, es lo que tiene.

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