No sé que es lo que ha cambiado. Durante mucho tiempo el viernes era un día en el cual pasase lo que pasase, nunca pasaba nada. La máxima era entonces: que disgusto me voy a llevar el lunes cuando me entere. Los tiempos del casual friday de las grandes empresas, a quinientas reuniones por minuto, del ji ji ji ja ja ja y que tengas un buen fin de semana.
Y ahora, ¿por qué estamos traicionando al viernes? ¿Por qué los mayores disgustos, los mayores follones, las mayores broncas pasan en viernes? Cuando acaba el día tengo la sensación de ser un superviviente.
Todo esto cambiará el día en que pueda comprar mi tiempo. Pero eso, sin duda, es otra historia.
P.D. El año pasado, el Atleti ganó en el Nou Camp el mismo día en que España ganó el Mundial de balonmano. Esta sábado España juega las semifinales del Europeo. Yo siempre voy con España.
03 febrero 2006
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