El viernes pasado actuó en Valencia Señor Chinarro, concierto al cual tenían intención de ir y fueron Luci, Tomoya, la Torrija y su hermano Carles, al tratarse de un grupo muy de su gusto.
Como el concierto era muy cerca de mi casa quedé con ellos antes para tomar unos condumios y charlar un rato.
Pocos condumios tomamos, ante la escasez de la oferta y lo abundante de la demanda, ya que sólo hay un bar alrededor del local.
Abrieron las puertas a las nueve. Nadie estaba seguro de la hora del concierto. También tocaba La habitación roja y no sabían si era antes o después.
Les entraron los nervios.
Los acompañé hasta la puerta.
Ante sus amagos de tratar de convencerme para que entrase al concierto contesté con firmeza: -vale, me habéis convencido.
Inmediatamente llamé a casa. Oye, Ana, que donde dije que bajo un momento y vuelvo en seguida realmente quería decir que no sé a qué hora llegaré. ¿Mi abogado? El de siempre. Yo también te quiero.
He de confesar que yo, del Señor Chinarro, había escuchado dos acordes y en el blog de Elbé, no más. Aunque un grupo que titula un disco “El porqué de mis peinados” merece un respeto.
Entramos y nos tomamos unas cervecillas. Había gente. El mayor de ellos sería diez años más joven que nosotros.
Empezaron a bajar las luces y se apagó la música. Vimos salir gente al escenario y el Gorras me dijo: -mira, es Antonio Luque.
Antonio Luque.
Antonio Luque es el Señor Chinarro. Él escribe las letras, la mayor parte de las melodías y es el alma mater, pater, filie et espiritu sancti del grupo.
Antonio Luque también tenía diez años más que casi toda su audiencia en el concierto.
Un tipo singular Antonio Luque. Hasta hace poco era Jefe de Producción de Bollycao. Viste como un ingeniero, lleva camisas de ingeniero y corte de pelo de ingeniero.
Antonio Luque es andaluz. Sevillano para más señas. Pero es de los de la “mala follá”. Parapetado tras su guitarra no se movió en todo el concierto. Mientras cantaba parecía concentrado, pero en los fragmentos sin voz se entretenía observando el local, a su público, las cerchas de cubierta, las pantallas laterales, los anuncios publicitarios, la disposición de las barras…en fin, todo.
Entre canción y canción igual decía algo. Yo no le entendía nada. Tampoco entendía nada cuando cantaba. Pensé en llamar a un otorrino de guardia. Luego, comentándolo, comprobé con alivio que no era el único. Por lo visto ni en los discos se le entiende. Todos estos dicen que sus letras son muy buenas porque las han leído.
Acompañando a Antonio Luque había otros tres que tampoco eran la alegría de la huerta. El batería, un chico pálido y afilado, de vez en cuando sonreía. El bajista, primo lejano de Diego Vasallo, y el guitarra, un niño con barba, ni por asomo.
El concierto a estos les gustó mucho. Carles estaba entusiasmado. La Torrija trató de grabarlo en un chisme con resultados aparentemente lejanos a los deseados. Luci y el Gorras también se lo pasaron bien. Me consuela que el Gorras sólo conociese tres o cuatro canciones más que yo. Es decir, que sólo conocía tres o cuatro canciones.
Al terminar Chinarro salimos disparados obviando a La habitación roja. Teníamos hambre.
Cenamos unos condumios junto al Balcón de Levante. La conversación fue amena y distendida centrándose en los temas flora japonesa en un entorno valenciano: pros y contras y el cangrejo americano: ese desconocido.
Acto seguido, nos retiramos a nuestros aposentos. No era tarde. Estaba en disposición de reflotar mi matrimonio.
03 mayo 2007
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12 comentarios:
De nuevo, Gran Zepporro, debo postrarme ante ti por el excelente cronista que eres. Debes saber que este hecho te otorga una gran responsabilidad que no puedes eludir. Tengo pensado llevarte a todos los conciertos que vaya a partir de ahora. Y vete preparando porque la semana que viene, si no mañana, he quedado con quien ya sabes. Ya te confirmaré la fecha y la hora. Tráete tu disfraz de árbol para pasar desapercibido. Quiero una crónica tuya en el blog al día siguiente.
Y los berberechos que acabaré pagando, de momento están en el alero.
Herodoto se levantará de su tumba presa de la envidia más atroz.
a mi chinarro me gusta mucho, aunque el ultimo disco aun no lo tengo, del anterior precisamente el rayo verde es de mis favoritas, aunque la que mas el rito, que es un temazo...
la habitacion roja es el unico grupo del mundo que me gustan mas en disco que en concierto, aunque yo si hubiera pagado entrada me quedo seguro, desaborios, que sois unos desaborios
Verde de envidia, como el rayo verde, estará Herodoto. Yo también te quiero, junto a los trompetistas yugoslavos, siguiéndome, disfrazado de árbol, cuando vaya a comprar el pan. Le sacarás mucha miga a la situación.
Dos cosas sobre el concierto:
Sabía más de 3 ó 4 canciones.
Qué bueno Luque mirando las cerchas de cubierta.
A Nos siempre le hizo gracia la ideosincrasia alternativa y/o pseudoizquierdosa patrocinada por Coca Cola. Desconocemos el particular del Sr. Chinarro, más apostaría que...
Nada me gustaría más, Torrija, que ser el cronista de tus aventuras galantes.
Debiéramos habernos quedado a escuchar a "La habitación roja", pero, y no es broma, empezamos a estar mayores para aguantar dos horas y pico de pie. Teníamos hambre, nos dolía la espalda. Vamos, que ni nos lo planteamos.
Gandul, en este caso no fue Coca Cola sino Heineken, potente multinacional holandesa cervecera, cuyos euros también son muy del agrado de todo los progres y alternativos varios.
AMO al Sr. Chinarro.
Eres un hombre fácil Zepporro. ¿Conseguiste salvar tu matrimonio?
Yo me quedo con "La Habitación Roja" son colegas y me lo paso muy bien con ellos. Estaba invitado al concierto, pero no pude acudir.
Soy un hombre muy fácil. Tengo ciertos problemas con la palabra no. Me cuesta pronunciarla.
Mi matrimonio está a salvo, gracias.
Pues Zar cuando el Chinarro andaba en su esplendor toda esa gente del concierto estaba bailando con Boom Boom Chip seguro.
Nunca los he visto en directo pero me supongo que serán del estilo indie de principios de los noventa, o sea el estilo planetario "no se entiende un carajo de lo que digo" y "paso de todos vosotros".
Me apetece ver y oir al Sr. Chinarro, todo el mundo me habla bien de sus conciertos.
Por cierto que no hace ni un mes estaba yo tomando algo en una terraza y vi pasar por delante al auténtico Sr. Chinarro, me faltó nada para saltar de mi silla y darle un abrazo. Apuntito estuve.
Muy mal, Elbé. El auténtico señor Chinarro, para los que nos hemos criado viendo "La aventura" con los payasos de la tele es un ser superior. Debieras haberte tirado a sus pies. Debieras haber besado el suelo que hubiese pisado.
Pensé hacerlo pero al final temí que acabaramos corriendo en círculos alrededor de la mesa, yo delante y el detrás, con el bastón en alto...
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