06 noviembre 2006

Ramón y Manolo

Dentro de mi sección errática dedicada a las letras de canciones hoy le toca el turno a aquella de las que más me ha hecho cavilar a lo largo de mi existencia: Quisiera ser. El Dúo Dinámico.

Quisiera ser... tu gran amor.
Quisiera ser el eco de tu voz
para poder estar cerca de ti.
Quisiera ser tu alegre corazón
para saber qué sientes tú por mí.
Quisiera ser un águila real
para poder volar cerca del sol
y conseguirte las estrellas y la luna
y ponerlas a tus pies, con mi amor.

Quisiera ser un pobre ruiseñor
para poder cantar cerca de ti.
Quisiera ser la más bella canción
para poder hacerte muy feliz.

Quisiera ser la aurora boreal
y darte así un mundo de color,
y conseguirte las estrellas y la luna
y ponerlas a tus pies, con mi amor.

Y conseguirte las estrellas...


No sé si seré capaz de explicarme. Tengo la idea clara pero no me gustaría resultar demasiado obvio o facilón.

Si uno lee detenidamente la letra de la canción, la verdad es que no hay por donde cogerla. Prácticamente cada frase puede ser objeto de alguna objeción que la haga parecer ridícula. Pero, como le tengo cariño a esta canción y como me gusta mucho, pues me dediqué a buscar argumentos para su defensa, y en ello estoy.

La gran pregunta es ¿cual es el límite de la lógica? ¿Ese límite se puede aplicar al campo de la creación? ¿Cuales son las normas que reglamentan dicha creatividad?

Cualquiera que me haya leído dos líneas ya se habrá percatado que muy sesudo no soy, así que perderme en zarandajas y disquisiciones para justificar al Dúo Dinámico en su pretensión de chuscarrar una de las últimas águilas reales me resultaría muy fatigoso. Por lo tanto emplearé el siempre muy socorrido método de la reducción al absurdo.

Ciñamosnos al campo, dentro de la creatividad, de las fábulas, de los cuentos infantiles o, incluso, al de los dibujos animados. Todos aceptamos, con la mayor normalidad, que un pato pueda ser multimillonario, que dos gatos y un ratón se entiendan entre sí en castellano y que, además, lo hablen con acento mejicano, cubano y andaluz; que un cerdo edifique una casa resistente a los soplidos de un lobo con su licencia de obras, su cimentación, su lay out, sus cerramientos y su carpintería; que a una niña le cueste distinguir a simple vista a su abuela de un lobo o que una tortuga y una liebre se reten.

Por tanto, ¿qué argumentos tenemos para hacer befa de esta canción? ¿que es ridículo pretender ser el eco de una voz, que no es más que un sonido reflejado, pudiendo ser la voz misma de la moza, que está igual de cerca, es más nitida y está en contacto con la campanilla, lugar preciso que al picaruelo Manolo de la Calva le gustaría estar tocando con la punta de su lengua? ¿no es también absurdo un coyote recibiendo un envío postal y montando un mecanismo siguiendo unas instrucciones y nos parece razonable, dentro de un contexto? ¿Para qué vamos a explicar a estos muchachos que la aurora boreal sólo aparece en los cielos nocturnos de las zonas polares del hemisferio norte? ¿Para qué vamos a explicarles que el ser humano es un ser absolutamente limitado y que percibe en tres dimensiones y a través de sus cinco sentidos y que si la zagala fuese como Helen Keller, es decir, muda, sorda y ciega, ya podía ser aurora boreal o el lucero del alba o la hermana abubilla que el mundo de color se lo podía meter por la glotis?

Manolo. Ramón. Yo lo he intentado. Con lo fácil que era decir esto mismo pero en inglés, que entonces no hubiésemos hecho ni puñetero caso. Un pobre ruiseñor. Joselito cantando doce cascabeles lleva mi caballo. Por el amor de Dios.

5 comentarios:

3'14 dijo...

jajajaja Me parto con tus análisis de canciones. No pares!!!

En cuanto al pobre ruiseñor de Joselito... Así le fue de tanto montar a caballo, que digo yo, ¿Ramón y Manolo no irían fumados hasta las cejas cuando escribieron esta canción? Aunque bueno, años después llega otro y canta aquello de :
quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera...
Tan metáforico como ellos, pero más alejado del concepto de la castidad XD

Tomás Ortiz dijo...

El problema es que el autor de esta canción desconoce que para utilizar una metáfora hay que tener claro su significado real: no se puede decir, por ejemplo, tus labios son papel secante, y quedarme tan pancho, sin saber qué quiero decir. Que al final es lo que parece con la canción, que no entiendes qué quieren decir. Pero, ¿el autor lo entendía?
Creo que tampoco, y ahí radica el principal problema.
Saluditos apretados

Zar Polosco dijo...

Pasar la noche en vela mojado en ti, ójala que llueva café. Luego el Juan Luis Guerra se quejará del reúma.

SisterBoy dijo...

Si lloviera café habría exceso de oferta, caerian los precios y el mercado se hundiria aumentando la miseria. Cuando en los noventa decia esto la gente me tiraba tomates

Zar Polosco dijo...

Tenías que haber sentado a la gente y haberles explicado la curva de la oferta y de la demanda. Con transparencias y amplio despliegue de audiovisuales.