16 octubre 2006

El hombro de Cecilio Alonso

Esta mañana, al abrir el correo, ya tenía un mensaje preguntándome si es que había vuelto el Atleti de balonmano.

Ójala volviese el Atleti de balonmano, que ganaba ligas y jugaba finales de la Copa de Europa. Pero me temo que el mensaje llevaba cierta carga de ironía.

No me gusta. Llevamos dos partidos ganados sospechosos: el del Sevilla y el del Recre. Bueno, el del Recre no es excesivamente sospechoso, es claro como el agua. Seis puntos y arriba, empatados con el Valencia y por encima del Madrid (qué gozada), pero es mentira. No hemos sido mejores, no hemos merecido ganar y eso, al final, se nota y nos iremos para abajo y a penar como siempre.

Y a Petrov quizá no, pero cuánto vamos a echar de menos a Maxi.

Otra cosa que me jode es que los mismos que hacen chistecitos y guasitas con Agüero serían los mismos que pedirían su ajusticiamiento en plaza pública si el manotazo hubiese sido contra el Barça o el Madrid.

Y el mundial de 250 y el de moto GP se deciden en Cheste.

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