12 septiembre 2006

Oda al níspero

Por Flema Maroto.

Dedicado al Google.

"Viniste de la China.
Marco Polo me cae bien.
En Callosa d`en Sarriá
estableciste tu reino
níspero inmortal.
Posees una pulpa comestible
de color anaranjado.
No eres como la pulpa del tamarindo
que cantaban los Tres Sudamericanos.
Me gustaba Alma María.
Bueno, no me gustaba.
A mí sólo me gustas tú
níspero adorado
también conocido como achras, sapota,
manikara, sapotaceae, chicozapote
y zapote.
Eres aromático y carnoso
de intenso sabor dulce
pero ácido. Me gusta la acidez.
La prefiero a la basicidad.
Los ph bajos me excitan la imaginación
y las entendederas.
Aunque eres rico en azúcar
eres bajo en calorías.
Nunca dejarás de sosprenderme
nisperito mío
por eso te amo.
Destaca en tu composición
sobre todo el potasio
mi elemento de la tabla periódica
favorito.
Tienes también, cómo no,
propiedades antioxidantes.
Dicen de ti que ayudas a expulsar
piedras de la vejiga
si se te mezcla con corteza de rábano.
Picaruelo, eso no me lo habías contado.
Todavía tienes secretos para mí.
Nunca te terminaré de descubrir.
Me llenas el alma con tus sortilegios.
No eres como esos amigos míos
de moral laxa
que tanto me decepcionan,
que vejan a sus seres queridos.
Yo le tiro a todo lo que se mueve
siempre desde el respeto y la educación
porque soy un hombre sensible
tan sensible como Pablo Alfaro.
Pero me descentro, nisperejo,
que combinas tan bien
en helados, postres y batidos.
Qué excelente mermelada produces.
Eres de los primeros frutos del verano.
Aconsejan elegir aquellos
que tienen rayas.
Como mi Levante.
¡Levante!
En las barras azulgranas
de tu clásico jersey.
¡Levante!
la afición más fiel y sana
con ardor puso su fe.
¡Levante!
Tu coraje y nuevos bríos,
de entusiamo hacen vibrar.
¡Levante!
Tus colores son los los míos
tus colores son los míos,
y tu nombre mi ideal".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con éste sí que me he reido como un energúmeno, desde la laxitud de mi moral.

Tomoya I dijo...

Sabía que la "oda al níspero" estaría a la altura de su autor. Memoricemos algún verso y recitémoslo esta noche entre caracoles y montaditos de anchoa.