01 junio 2006

A las diez y veinticuatro

El domingo es el día. Puse la media de Valencia en rojo en el calendario y ya toca. He hecho mis kilómetros (que no los deberes, como dicen todos los futbolistas y periodistas deportivos. Otra expresión que me han hecho detestar). Incluso entrené a lo Lasse Viren, el último finlandés volador (Martii Vainio voló poco), campeón olímpico de cinco y diez en Munich 72 y Montreal 76, durante el fin de semana familiar junto a Soria. Lasse Viren afirmaba que su ventaja era que entrenaba siempre por bosques y eso le obligaba a estar permanentemente concentrado y cambiando el ritmo. Luego se descubrió que fue pionero en el tema del tratamiento de la sangre y su manipulación, pero eso no tuvo nada que ver. El caso es que corrí por pinares y choperas y el tratamiento de mi sangre se lo dejo al día a día, donde se va haciendo cada vez más áspera (dame veneno que quiero morir). Estoy preparado, bien de peso y con ganas. Ahora, a confiar en que no haga mucho calor, que no haya demasiada humedad y, que si tiene que hacer viento, que sople ligero y de levante para que empuje al final, que es en suave subida. Y a correr. Ya os contaré.

P.D. Espero que la Pantoja haya tomado nota y se apunte.

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