Estimados Lucía y Gorras:
En este día tan especial quería dedicaros estas humildes líneas y tratar de expresar en ellas mis mejores deseos para esta nueva vida que comenzáis, vida que se aventura como un amanecer primaveral en una extensa llanura repleta de naranjos.
Para empezar, me gustaría deciros que la celebración en la cual hoy vais a tomar parte como protagonistas y a la que accedéis libre y voluntariamente, sin la menor coacción, rodeados durante la ceremonia y durante el convite de vuestros seres más queridos, aquellos que siempre van a estar ahí en los momentos difíciles, no es un fin sino un principio. El amor que os ha traído hasta este momento crucial deberá acompañaros alfombrando el resto de vuestros días para hacerlos acogedores y entrañables. Deberéis ser cobijo el uno para el otro, alegría, orgullo, bienestar, sosiego, esperanza; valores tradicionales para una familia tradicional como la que vosotros vais a formar. Una familia como Mao manda.
Una vez transcurrido este día tan señalado y tan bonito habréis de enfrentaros con la Noche de Bodas. No pretendo parecer torpe. Prefiero no comentar nada. Imagino que vuestros respectivos padres os habrán aleccionado, adoctrinado y aconsejado sobre los usos, hábitos, costumbres, variantes y posibilidades que tal noche ofrece. Va a ser un momento mágico, lleno de sorpresas. Es muy importante que sigáis sus consejos a rajatabla.
Y, luego, la Luna de Miel. Qué bonitos días para terminar de conoceros y para disfrutar. Días que apareceran imborrables a lo largo del camino que habéis comenzado y os acompañarán como una luz, como un referente en los improbables momentos de zozobra que pudieseis tener en el futuro. Abandonaos a todos los placeres que el lugar donde vais os proporcione. Dejad de lado la lectura u otros quehaceres que pudiesen distraeros de la felicidad plena que podáis gozar.
Y nada más. Reiteraros mis mejores deseos. Que la dicha que hoy os acompaña no os abandone nunca. Y que lo que ha unido el Gobierno Chino que no lo separe Dios. Ni el Balcón de Levante.
03 mayo 2006
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2 comentarios:
Menos mal que en ese día no comenzamos nada. Todo lo que dices crearía tal desasosiego en nuestras almas que, más pronto que tarde, supondríamos que el curioso algoritmo que sucedió en ese día a la una, dos minutos y tres segundos, y que no se repetirá hasta dentro de mil años, era una clara señal de algo. No sabemos qué.
Desde Mahón, abrazos sentidos y gracias mil por tan bellos palabros y por vuestra presencia en dia tan señalado.
El Gorras que tanto os quiere y extraña.
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