La mayor aportación que ha hecho España al mundo a lo largo de la historia es, sin duda, el invento del futbolín.
El mejor futbolín es el que tiene la superficie de juego curva y con pendientes hacia el centro. La alineación perfecta es un dos tres cinco. Dos defensas y un portero se bastan para frenar a cinco atacantes, aunque, si la bola le cae al delantero centro, ya puedes rezar. Las normas han de ser restrictivas. No vale pase y, en la delantera, si hay rebote lateral sólo se puede jugar con el extremo. Tampoco vale remolino ni cuchara. Hay quien califica este futbolín como amariconado, pero es el más divertido.
A nosotros, si alguien nos quiere hacer feliz, que nos regale un futbolín. En el estudio del Pato tendríamos sitio para meterlo. Pero no sé yo si sería buena idea.
Hola, me llamo ...(aquí pueden añadir los nombres de Alex, Pato, Gorras, Maroto o Zepporro indistintamente) y tengo un problema. Me confieso adicto al futbolín. Desde que instalamos uno no tengo familia, ni amigos, ni trabajo. No como, no duermo, no riego las plantas, no leo, no me hago mis abluciones. Necesito ayuda.
Nos veo llevando un control estadístico del número de partidas de futbolín jugadas en una semana con unas gráficas imponentes como terapia.
28 marzo 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
3-3-4 y jugadores de metal con dos piernas diferenciadas. Si no, ni merece ser llamado futbolin. Demasiados anhos me he psado sufriendo en Madrid esos tufolines infames.
Sin acritud, ein? ;-)
Estoy con Saúl, esos jugadores con taco abajo son como los de los futbolines de los niños, esos de plástico. Y el 3-3-4 indiscutible.
Y vale todo menos escupir.
Publicar un comentario