09 marzo 2006
Quiero ir. Quiero ir.
Volvía el año pasado de Ribarroja feliz y contento por haberle tocado la chepa a Djukic. Sonaba en la radio del coche un programa sobre Elvis. En este programa ponían fragmentos de dos conciertos que había dado en el mismo día, sesiones de mañana y tarde (que portentosa voz la de Elvis), en el Madison Square Garden de Nueva York (no sé si habrá otro) en el año 72. Y tal como lo escuchaba tuve la sensación de que era ese y no otro el momento y el lugar donde me hubiese gustado estar. Ni la antigua Roma, ni la baja Edad Media, ni el Renacimiento ni el periodo de entreguerras. Nueva York. Año 1972. Elvis Presley. El Elvis gordo y drogadicto, con sus patillas descomunales y sus trajes de flecos. El Nueva York de principios de los 70, el de Cowboy de Medianoche, el de Taxi Driver. La Torrija dice que es imposible volver atrás en el tiempo, pero Supermán lo hizo. Por favor, que alguien invente la Máquina del Tiempo.
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