31 enero 2006

La honra, los barcos y las piedras de mechero.

Hoy sólo tengo el título.
Muerde la pared una parte que es sólo como tú crees haberla imaginado.
Se abrirá de otro fondo otra parte con otro nombre y todas las partes encajan
y es también una voz.
Los gritos comedidos, el fin como final, las tardes que se acaban, todo
parece olvidado, todo se masca entre ratos, todo se olvida y se aparta.
Al final de la calle hay otra calle y después otra y por qué otra.

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