El comportamiento del Depor y sus abogados en la eliminatoria de Copa me ha hecho ver que da igual quien gane la apuesta. Al final la reventaremos.
El Comité de Sabios que decidió y definió el concurso ha dejado demasiados cabos sueltos. Es por ello que sugiero al Comité de Sabios que establezca un baremo comparado atendiendo a las circunstancias vitales de tal forma que se puedan aplicar unos coeficientes de mayoración o minoración, según el caso, es función de disponibilidades, dificultad del texto (crearemos otro Comité de Sabios para definir la dificultad del libro, como los jueces en Gimnasia) y otras añagazas retorcidas que al final harán que todos ganemos y tan amigos.
Todo esto siempre y cuando no gane yo, claro está. Para eso soy el más viejo.
Aunque también podríamos aplicar la sabiduría oriental de la Torrija.
En realidad, el que se lea el Ulises de Joyce gana. Y ya está. Y si no gana, pues le hacemos un partido homenaje con desfile de peñas, pancartas alusivas, juegos florales, coros y danzas, desmayos masivos y loas eternas.
31 enero 2006
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