24 enero 2006
Agradecido eternamente al Gorras
Muchas gracias, Gorras, mi único lector. Consagraré toda mi energía en alegatos anti progres. La ilusión de mi vida. Querido Diario Íntimo: Tengo cuarenta años y la chufa como un niño de dos. Estoy confuso, emocionado, acelerado. Quiero enamorame como la Torrija y sufrir despechadamente. No voy a trabajar nunca. Hasta mañana.
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3 comentarios:
Soy Robot Molar, el Gorras. No hay de qué, hombre, para eso estamos. La orejita tendrás que ganártela. Acuérdate de enviar la dirección a la mencionada Torrija y a tantos otros. Y por la cuenta que me trae no escatimes demasiadas horas de trabajo.
Ojo, que no tienes un único lector. Y cuida tu ortografía.
Hola Zeporro. Gracias por referirme, aunque lo del sufrimiento despechado es una visión en exceso poética de la realidad.
Me alegra en todo caso leerte en buena forma.
Te debo pormenorizado relato de la escena de Los Altos de Quintero frente a una buena cerveza y una mejor camarera.
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