19 septiembre 2007

Septiembre es el mes más tonto

Antes el verano terminaba siempre el segundo fin de semana de septiembre que es cuando se celebran las fiestas en honor a la Virgen de Gracia en Belmonte. Desde que me casé, el verano se estiró hasta las fiestas en honor al Cristo de la Expiración que se celebran en Villaescusa de Haro el catorce de septiembre y según como caiga el fin de semana. Sea como fuere, se acabó el verano. Quizá no exactamente pues aún no hemos llegado al equinoccio (tenemos una apuesta pendiente, Torrín, que vence ese día) pero sí. Ahora podría recordar canciones de Danza Invisible o del Dúo (aero)Dinámico relacionadas con el final del verano, aunque no es necesario.

Cada vez me gusta menos el otoño. Cada vez me gusta menos que haya más noche que día. No me gusta cuando cambian la hora. No me gusta levantarme de noche, llegar a trabajar de noche y salir de trabajar de noche. Me da igual el frío. Me da igual el entretiempo. Muy bonitos los paisajes otoñales, con el amarillo de los árboles y todas esas cosas. Muy poético y sensiblero. Todo tiene su lado bueno. Todo es aprovechable, a todo se le puede sacar partido. Se puede estar bien en cualquier época del año y no lo discuto. A veces me sorprendo tratando de recordar en qué mes del año estoy pues, al final, uno ya está harto de adaptarse a todo y no es tan importante el periodo del año en el que está. Aún así debiera haber una forma de disfrutar de las cuatro estaciones jugando con la posición de la tierra respecto al sol y la inclinación de incidencia de los rayos, consiguiendo que el día siempre fuese mucho más largo que la noche. Todas las noches debieran ser noches de San Juan. Todos en la playa dando saltitos y mojándose con más o menos ropa de abrigo según el mes. Todas las noches debieran ser la noche más corta del año.

Dos grandes retos tiene para mí la ciencia: conseguir que yo pueda ir a ver a Elvis en el Madison Square Garden en el año 1972 y conseguir que todas las noches sean noches de San Juan.

El resto, mariconadas.

P.D. Es una tontería, pero esta mañana he escuchado después de muchos años el "Qué idea" de los New Trolls y me he quedado bastante despagado. Recuerdo que esta canción en su momento me gustó bastante y hoy sólo me ha parecido un grupo de italianos con los cataplines pinzados pidiendo a gritos (nunca mejor dicho) subir al cadalso. Alguno no está envejeciendo bien. Tal vez sea yo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dice la Torrija que no olvida lo de la apuesta, que pagará. Me dice también que sigue Zen pese a la cantidad de cafés que tiene que tomar al día, que no da abasto con o sin apuesta. Me dice por fin que en otro tiempo hubiera tenido bastante que contar, pero que ya no.

La Torrija es así, qué te voy a decir yo, cubierto de mierdas de perro y aceras desconchadas.

Zar Polosco dijo...

Tenga o no tenga nada que contar la Torrija dile (ya que él no lee los cometarios) que el divendres torna el Gorras y comenzaremos la temporada de onion bajhi o como pijos se escriba. Y que no tome tanto café que de tanta aventura galante se convertirá en un cafeinómano y no tengo intención de visitarle en ningún centro de "Proyecto Torrija".

Y con la nueva Copa América, con el circuito de Fórmula 1 y con el mundial de atletismo en pista cubierta, Luis Santángel, te queda mucho por pasar hasta ver tus aceras limpias y conchadas

Arual dijo...

Pues no le pides tu cosas a la ciencia...

David Daniel dijo...

Septiembre es el mes de la incertidumbre.No sabes si sera caluroso o si te viene el invierno encima,tienes la nueva temporada por delante para rehacer tus cosas...a mi me gusta.

Anónimo dijo...

Septiembre, la vuelta al cole y a los atascos en la hora punta.
Aquí en el norte, en este mes el Sol se va de vacaciones sin fecha de regreso.
A mi tampoco me gusta el Otoño y mucho menos el Invierno.
¡Que mal estoy envejeciendo!

3'14 dijo...

Puede que sea deprimente que cada día anochezca antes a medida que avanza el mes de setiembre, pero... Bueno, que me quedo con el resto de mariconadas :P

Apolonio-de-Rodas dijo...

Yo tambien llevo mal lo de levantarme de noche y que a las cinco de la tarde ya no se vea un pimiento. Pero que le vamos a hacer, seguiremos jugando a la loteria a ver si de una vez nos podemos jubilar en condiciones. Para no tener que madrugar.

elbé dijo...

Y hay días que el sol da un espectáculo como el que ha ofrecido esta mañana en Madrid. Puede pasar cualquier día pero ha ocurrido hoy, en septiembre.
Yo me apunto también a la eterna noche de San Juan.

Anónimo dijo...

Para mí es un buen mes. Firmé mi contrato fijo ;)

un abrazo