Paolo Bettini

Hace no demasiado tiempo escribió Pi una entrada sobre los mitos, entrada que no puedo enlazar ya que deambula por el limbo blogosferoide. Recuerdo haberle hecho un comentario que decía algo así como que vivimos malos tiempos para los mitos donde recientemente tenían su semillero, es decir, en el cine y en la música, con tanto exceso de información como ahora recibimos; que, quizá, a los mitos ahora había que buscarlos en el mundo del deporte.

Haile Gebreselassie acaba de batir el record del mundo de maratón. Dos horas cuatro minutos veintiséis segundos. A dos cincuenta y siete el kilómetro. Probad a correr cien metros por debajo de dieciocho segundos y después pensad lo que debe ser correr a ese ritmo cuarenta y dos kilómetros y pico. Me alegro mucho por Gebreselassie. Ahora ya sí que lo ha hecho todo. Ahora sí que es el más grande, aunque por detrás viene Kenenisa Bekele que lo superará. Pero no sonríe como él. Y lo siento por Paul Tergat. Aunque todos vengan de la altiplanicie de Kalanji, siempre tuve más simpatía por los keniatas que por los etíopes únicamente por motivos estéticos. El rojo y negro de Kenia es más bonito que el verde etíope. Pero Gebre siempre ha sido Gebre.

Y luego está Bettini. Por aquí nos fijamos más en las carreras de tres semanas, que son las que realmente tienen tirón, especialmente el Tour en las etapas pirenaicas. Pero, quizá, la esencia del ciclismo esté en las grandes clásicas. Y en el mundial. Esta última es una carrera muy especial, la única que se corre por selecciones. Y es preciosa. Este año la última vuelta ha sido tremenda, fabulosa, con un grupo que oscilaba de tres a cinco por delante, detrás otro grupo donde venía Samuel Sánchez y ya más alejado el pelotón con Valverde y Freire. Bettini ha estado colosal. Cuando he visto que ningún español tenía ya opción me he puesto la azzurra y he gritado en el sprint como hacía tiempo. Y ha ganado. Ahora supongo que dará positivo en cualquier control pues siempre que canto las excelencias de algún ciclista termina apestado. Espero que no.

Así que, Pi, si quieres mitos aquí tienes dos. Y si quieres más tengo muchos. Muchísimos.

P.D. Y el Atleti, suma y sigue. Me está empezando a gustar esto de ganar siempre. Y confío que el Vaticano comience pronto el proceso de beatificación del Kun Agüero.