13 julio 2007

Un punto luminoso viene y va (desconfía de tu amigo, nena)

O espero que recuerdes lo que duraba el amor.

Anoche tocó Nacha Pop en Valencia, más concretamente en Viveros, dentro de los conciertos de la Feria de Julio.

Dado que se trata no sólo de un grupo cuyas canciones son muy de mi gusto sino que, además, forma parte de mi adolescencia y de varias de mis múltiples juventudes, allá que me fui.

Como prueba del nueve irrefutable de mi gran capacidad proselitística nachapopera (perdón por los palabros) está el hecho de que me fui solo al concierto.

Como no tenía entrada me fui con tiempo dándome un paseo. Comenzaba a las diez. A las nueve y media ya estaba por allí. Estaban entonces haciendo las pruebas de sonido.

A las diez menos diez abrieron las puertas. A las diez éramos cuatro gatos.

A las diez y media aquello tenía otra cara. Había bastante gente. No sé cuántos son bastantes, pero sí un tercio de la explanada de Viveros. Yo por entonces ya estaba a punto de subirme al escenario y explicar la lógica de identidad, que las diez son las diez, no las diez y media, que es una falta de respeto enorme hacer esperar. Comenzaba también ya a dolerme la espalda. Vamos, que mi estado de ánimo no era el más indicado para escuchar un concierto.

A las diez y media se apagaron las luces y salieron al escenario. Comenzaron con “Antes de que salga el sol”. Por el día alguien con quien no vivir. Por la noche alguien con quien no dormir.

Todos mis males se diluyeron. Comencé a cantar y a saltar y no paré en la hora y media que duró aquello. De hecho ahora apenas tengo voz.

Siete estaban sobre el escenario. Un batería, tres guitarras, un bajista y dos tíos a los teclados. Sonaron muy bien. Muy potentes.

Entre el repertorio que yo hubiese elegido y el repertorio que tocaron no hubo apenas coincidencia. No tocaron “No necesitas más”, ni “Reflejo de ti”, ni “¿Qué hiciste conmigo anoche?”, ni “Atrás”, ni “Agárrate a mí”, ni “Vidas agridulces”, ni “No puedo mirar”, ni “Enganchado a una señal de bus”, ni “Magia y precisión”, ni “Como hasta hoy”, ni “Escala real”, ni “Pagas caro mi humor”, ni “Sentado al borde de ti”, ni “Lo que tú y yo sabemos”, ni…

Aún así disfruté como un chiquillo. Quizá influyó en mi euforia los cinco mil porros que se fumaron los tres que estaban delante de mí, también bastante entregados a la causa y que cantaron todas las canciones. De hecho, desde la mitad del concierto, formamos una entente y nos dedicamos a pedir, entre canción y canción, “Atrás” a grito pelado. No nos hicieron ni puto caso.

Nacho está igual que siempre. Quizá con menos pelo, pero el tío es inmutable. No paró en todo el concierto. También estaba por ahí Fernando Illán, que estuvo con Nacho y Brooking en Rico. A éste lo vi hinchado, abotargado, sin brillo.

Antonio está muy mal. Muy mal, muy mal. Está muy delgado, blanco, demacrado, cadavérico, envejecido, sin voz. No sé yo si llegará vivo a Vigo, Sett. Apenas se puede mover. Están todos pendientes de él no vaya a desplomarse en cualquier momento. Michael Jackson tiene un aspecto más saludable y agradable. Ahora, dentro de sus limitaciones, algo de voluntad sí que tiene. Está empeñado en tocar todos los punteos de las canciones y, de vez en cuando, acierta con alguno. Pero da igual. A Antonio se lo perdonamos todo. Son muchos años y nos ha hecho disfrutar demasiado como para reprocharle nada.

El primer bis fue “Chica de ayer”. Todo el mundo la coreó. No tengo demasiada simpatía por esta canción, pero también la canté con la poca voz que me quedaba entonces. Por cierto, Antonio escribió esta canción cuando estaba en la mili. El noble y leal ejército español es lo que tiene.

El concierto me supo a poco. Me faltó una hora, por lo menos.

Dicen que están componiendo y que tienen intención de sacar un disco pronto. No sé yo si Antonio aguantará. Confiemos. Si sacan disco, pues nos lo compraremos, aunque fuese un tributo al sintoísmo. Son de la familia y a la familia se le termina perdonando todo.

Como dijo Nacho al final del concierto, hasta dentro de diecinueve años. Por aquí estaremos. Me llevaré entonces a mis hijos, aunque sea arrastras, para que se avergüencen de su padre, a ver si entonces puedo quedarme a gusto coreando “tan sólo hay algo que funciona mal y es que su amigo se ha echado atrás”.

8 comentarios:

Slim dijo...

me alegro de que disfrutaras. me reconozco a cada frase porque yo cuando soy fan, soy muy fan.aunque sea con otros grupos, el sentimiento es parecido. me gusta eso de que les perdonas todo porque son de la familia...es curioso como las canciones se nos meten tan dentro tan dentro tan dentro

Zar Polosco dijo...

Las canciones no son siete notas ordenadas de cualquier modo con una letra. Algunas de ellas son la vida misma. Y están muy dentro, muy dentro.

Y parafraseando a Elbé, hablan más de nosotros mismos que nosotros mismos.

3'14 dijo...

¿¿¿Media hora y no te aguantabas los pies??? Hazme caso, no lleves a tus hijos jamás a Disneyland. Lo se, lo se... estoy pesadita con el tema, ¡y lo que queda! referencias en cada uno de mis comentarios y el megasuperpost que tengo pendiente, espera sentado, y mantente sentado durante su lectura, son tres días que debo, este, ehem, resumir a mí manera.

Ah, y la canción que más me suena de Nacha Pop es, precismente, esa que no te emociona demasiado, quizás por eso, porque es la que más han dado ha conocer del grupo y los seguidores saben siempre que cada grupo tiene mejores de las que se les hace bandera.

elbé dijo...

Qué bonito, yo creo que no soy tan fan de nadie. Aunque me gustaría. No sé qué tienen los atléticos con Nacha Pop pero algo hay.

SisterBoy dijo...

Yo podia haber escrito una crónica igual si me hubiera decidido a ir al concierto de Baron Rojo

Sett dijo...

Bueno,por lo menos has disfrutado de la musica.Se nota que eres un buen seguidor del grupo recordando tantas canciones que no sonaron.

Aqui estamos varios amigos hablando del concierto de Nacha Pop con ese mismo aire de misterio de si es en este el concierto en el que Antonio se va para siempre.

Son años muy buenos los que han dejado atras,y por eso iremos al concierto,no por lo que ahora supone ver un final más que anunciado de una vieja gloria.Nunca fue una diversion un funeral.

Te contaré lo que ocurra aqui,un saludo.

Zar Polosco dijo...

Media hora andando y una hora de pie esperando, Pi. Eso cansa.

Y si puedo no ir a Eurodisney, no iré.

Con los atléticos no sé cual puede ser la relación. Quizá la imagen maldita y de perdedor de Antonio, que nos resulta atractiva.

¿Por qué no fuiste a ver a Barón Rojo? Los hermanos De Castro, responsables también de Coz y de aquel himno infame titulado "Más sexy".

Sett, no vas a ir a un funeral. A mí el concierto me gustó. Sonaron muy bien y no paré de dar botes. Y Nacho está en forma. No va a dejar que os pongáis tristes.

Arual dijo...

Qué bonito!! Cansado y agotado pero aún así botando gracias a la música y las canciones de ese grupo que tanto te gusta, y también de los efectos retroactivos del aire viciado a porro, jajaja!!!