03 julio 2007

La quietud como eterno soliloquio aparente en un entorno comedido que perpetra las sombras en noches altivas

Una de las muchas cosas buenas que tiene Belmonte es que aquello es como un balneario. Tenemos los amigos nuestros lugares y tonterías comunes y nos reímos y enfadamos por chorradas, pero, habitualmente, el trabajo se queda en casa. Todos, más o menos, sabemos a qué se dedica cada uno aunque ese no es un tema importante ni en nuestras conversaciones ni en nuestras relaciones.

En la cuadrilla de Ana en Villaescusa, sin embargo, hay unos cuantos que sólo saben hablar de trabajo. De su trabajo. Por supuesto que tienen cargos de infinita responsabilidad, con hemisferios enteros dependiendo de sus decisiones y ponen caras de soportar un gran peso en cada una de sus reflexiones. Ana, que se calla poco, los manda a esparragar diciéndoles que son una panda de gilipollas y que no se cree nada, que seguro que no es para tanto, que el trabajo perfecto no existe. Y aquí es donde disiento yo de la opinión de Ana. Para mí el trabajo perfecto sí que existe. Es más, hay dos trabajos perfectos. Los enumero.

El primer trabajo perfecto es el de presidente del Comité Olímpico Internacional. Lo único que tiene que hacer en designar la ciudad que ha de organizar los Juegos Olímpicos y controlar un poco. Son las ciudades las que preparan los Juegos, las que curran, las que se han de esmerar. Y, el presidente del COI, con todas las puertas abiertas, pues a planificar su calendario. Yo sería feliz sólo de pensarlo. No me perdería ninguna de las segundas semanas de los torneos de Gran Slam, las tres grandes vueltas, ni las clásicas ni el campeonato del mundo de ciclismo, el mundial de motociclismo, los mundiales o europeos de atletismo, fútbol, rugby, natación, gimnasia deportiva, baloncesto y balonmano, la final de Champions, el Seis Naciones, la America`s Cup. Todo el año liado viendo competiciones del más alto nivel. Acojonante. Quizá fuese un pelín cansado estar siempre de acá para allá, de hotel de cinco estrellas en hotel de cinco estrellas, pero pienso que treinta años de trajín los aguantaría.

El segundo trabajo perfecto es el de rey en el exilio. ¿Qué tiene que hacer un rey en el exilio? Nada. De vez en cuando se reúne con una panda de nostálgicos paniaguados, pone caras de infinita tristeza y nostalgia por vivir lejos de su país y a disfrutar y a gorronear de la familia, que, dada la endogamia de la realeza, está en todas partes. Reconozco que tengo cierta simpatía por Constantino de Grecia, todos los años dando la brasa y el coñazo al Borbón que, por muy rey que sea, ahí tiene al cuñado bebiéndosele el vino. Si ha habido un jeta y un vividor en los últimos años ha sido el Juan de Borbón, que se pasó su vida navegando, jugando al golf, bebiendo ginebra y follándose hasta las mesitas de noche y el hijoputa pasará a la historia por lo de –Majestad, por España, todo por España. Tócame los cojones. Se podrá quejar el capullo de la vida que se pegó sin ninguna responsabilidad. Pero ninguna.

Hay otros trabajos que deben resultar bastante agradables, como ser ojeador de un equipo de fútbol (que te paguen por ver fútbol tiene su aquel) entre otros. Luego está el mito de los actores porno, pero yo ese mundo lo veo un tanto sórdido, no tan perfecto como pudiese parecer.

Y como no sé como rematar esto, lo haré cantando a Los Panchos: Para qué me sirve el alma, si la tengo ya amargada. Si su vida idolatrada por traiciones la dejé. Para qué sirve ser bueno si se ríen en tu cara. Que me lleve la corriente. Que me lleve la corriente, atrás no regresaré.

16 comentarios:

SisterBoy dijo...

A mi me gusta el de espía de la SGAE

Arual dijo...

Yo prefiero el trabajo de presi del COI mucho más divertido, no me compares.... que la nobleza europea, y más en el exilio, es "mu rancia" hombre!
Por cierto en mi pandilla en el pueblo también tenemos al vacilón de turno que trabaja mucho y tiene mucha responsabilidad y tal y tal, y siempre anda estresado y no calla con el tema del curro, xddd qué aburrimiento, si además cuando estamos allí de vacaciones o de fin de semana lo único que queremos es desconectar todos y desinstalarnos ese chip... Lo bueno es que solemos reirnos de él a la cara y al final resulta divertido y todo, mucho más que poner verde a Alonso y a Nadal, donde va a parar, jeje!

Zar Polosco dijo...

Sisterboy, quiero una redacción de quinientas palabras desarrollando lo de espía de la SGAE que no cojo el concepto. Por eso y porque el día que hagas un comentario de más de dos líneas te van a dar calambres.

Bueno, entre la realeza y la nobleza europea hay de todo, hasta los italianos que se liaron a trompazos en la boda de la Leti. Fue muy edificante.

David Daniel dijo...

Yo me divertí leyendote,mucho,jaja.,y la verdad creo existen trabajos muy muy buenos,como el del tipo ese que esta en el canal VIAJAR.

Ese que siempre esta en un pais a tomar por saco hablandole a la camara de los habitantes,las costumbres,etc,de los lugares.

Tampoco me importaria tener un trabajo en una fabrica,siempre y cuando cobrara de forma medianamente decente,tuviera unos compañeros que fueran tambien mis amigos,un jefe razonablemente legal,y un horario aceptable.

Con eso ya seria feliz.En serio.

SisterBoy dijo...

Pues eso, espia de la SGAE que se cuela en bares, discotecas, bodas, comuniones, bautizos y entierros a ver si ponen música que tenga que pagar derechos de autor :)

Álex dijo...

Yo me quedaría con el de presidente del COI. Incluso con el de esos que van a ver las ciudades candidatas y se marchan cargados de sobornos, digo regalos.

Por cierto, y sin venir a cuento, Gallardo hizo su mejor marca personal ayer en Atenas, 3:34:75, lo que viene siendo mínima para el Mundial. Si llega al 3:32 que le pronosticaste te levanto una estatua.

Sett dijo...

Pues que temas saca este Zar que me dejan pensativo.

Ahora estoy piensa que piensa en un trabajo perfecto,y la verdad que perfecto no es el trabajo del principe Felipe siquiera.

Bueno,creo que Sacchi cuando estuvo en el Madrid es lo que más se acerca a un trabajo perfecto.La autoestima no se en que punto la tendria,por ganar una kilada sin hacer nada de nada,pero con todo lo demas,joer,que mas le pides a la vida.

Os imaginais a Arrigo Sacchi en el Madrid llegando tarde a la mañana al trabajo y apurando con el coche todo estresado???jajaja,aun me acuerdo una borrachera que nos cagamos de risa con esa idea en la cabeza.

Slim dijo...

"me llamo fran
y quiero que todo el mundo se haga rico
para pasar junto a tí
un verano interminable en Tarifaaa"

Yo no quiero el trabajo perfecto. Yo no quiero trabajaaaaar.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Pues yo siempre he dicho que de mayor quiero ser eurodiputado...

Nada de trabajo, tres días a la semana en Bruselas o Estrasburgo y luego a casita, unas dietas de la leche...

Zar Polosco dijo...

Este tiene que ser el año de Gallardo. Si está en tres treinta y cuatro a principio de julio, a mitad de agosto, en cuanto afine, tres treinta y dos largo. Ya verás.

Y mi estatua, ecuestre, por favor.

Zar Polosco dijo...

Bienvenido, Juan. En noviembre iré a tu tierra, a la Behobia San Sebastián.

Apolonio-de-Rodas dijo...

Pues yo creo que el mejor trabajo es el tuyo, yo también quiero ser sexador de nenúfares, al lado de una fuente de agua fresquita oyendo croar a las ranas y con una cervecita porque de vez en cuando hay que descansar, debe ser agotador. jejeje

Zar Polosco dijo...

Lo de sexar nenúfares es un trabajo de enorme presión y responsabilidad, causa de muchas bajas laborales por estrés y depresión. Es un trabajo excesivamente mitificado. Además, los ambientes húmedos suelen ser incomodos. Y no siempre hay ranas. A veces hay cocodrilos del tamaño del Transiberiano con los que he luchar y vencer como si fuese Tarzán.

Pero, a pesar de todo, me gusta mi trabajo. Sexar nenúfares es mi verdadera vocación. Y beber cerveza, la segunda.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Gracias por la bienvenida, Zar. Y eso que empiezas dándome envidia diciendo que vas a visitar San Sebastián, je, je...

Arual dijo...

Ayss qué bonita Donosti estuve en marzo y ya volvería otra vez...

Zar Polosco dijo...

Vaya Juan, me equivoqué. El caso es que conozco a otro aficionado furibundo de la Real, hizo de infinitas generaciones de donostiarras, que también vive en Madrid. Éste, que apenas ha probado bocado desde que bajasteis a segunda, vaticina que Toshack terminará comprando la Real y se hará un campo de golf en Anoeta.

También tengo un hermano en San Sebastián, pero este, como su hermano, es colchonero. Y se consuela con el entorno txuri urdin.

Y no pasa nada por estar en segunda, hombre. De segunda se sale.