Una de las cosas buenas que tiene el no haber tenido lectores (salvo Lucía, la Torrija, el Gorras y el pobre de Gandul Zente Sagaz, este por obligación) durante seis meses es que puedo tirar mano de viejos escritos en momentos de escasez de ideas sin que se note mucho que me estoy repitiendo.
Enlazado con algo que escribí el otro día sobre el tiempo y la posibilidad de comprarlo para disfrutarlo a voluntad, esta mañana, mientras venía para el Taller a hacer que trabajo un poco (llevo una época, con todos los montadores en un Centro Comercial que estamos haciendo en Játiva en una obra que no llevo yo, viviendo con una placidez que no sé yo si seré capaz de volver a la tensión, a los gritos y a las urgencias) he escuchado el “Year of the cat” de Al Stewart. Y he recordado el viejo ideal que consiste en trabajar una vez en tu vida y que ese esfuerzo te mantenga por el resto de tus días. Sobre este tema ya escribí hace más de un año, pero eso no quita para que siga siendo verdad. Eso sí que es optimizar recursos. Vamos a canalizar toda nuestra energía y todos nuestros esfuerzos en algo que nos solucione la vida, que nos permita comprar nuestro tiempo. Ahora hay que buscar el algo, según nuestras capacidades y nuestros intereses (ser el mejor del mundo fabricando televisores en blanco y negro no es rentable). No hay que ser eficiente. Hay que ser eficaz. Concurso de ideas. Brainstorming.
29 mayo 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Lo he leído obligado... de nuevo.
tu lo que estas buscando es un "pelotazo", y eso segun mi moral calvinista-catolica-marxista no esta bien, y si no lo crees asi, piensa en el ejemplo que tienes que dar a tus hijos, y no lo digo en broma, aunque suene algo anticuado, pero yo últimamente pienso mucho en eso..aunque esto seria otra historia..y mucho más larga.
El tema del ejemplo para los hijos es demasiado complejo y farragoso para esbozarlo en cuatro líneas. Ójala existiese una fórmula lineal e unívoca, pero no es el caso, así que, Cucumber, el día que quieras nos tomamos unas cañas y discutimos sobre el tema, tema que me obsesiona, no te creas.
Y yo no quiero pegar un pelotazo. Yo no quiero ser rico. Sólo quiero disponer de mi tiempo. Y la única fórmula que se me ocurre es comprándolo (siempre justificándome, Llumeneta).
Bueno, a lo mejor no me importaría ser rico. Pero sólo un poco.
Pensare en ello mientras no me quedo dormido....a ver que se me ocurre.
Comprar el tiempo......
Pero qué jeta tú me pides que me estruje el cerebro, y no ves que el mío ya está bastante estrujado a estas horas, he visto HOUSE, y ese hombre tiene un efecto completamente anulador en mí, me gusta tanto que me obnubilo, ala te dejo y me voy a dormir... Bona nit!!
Ideas, no pides tú nada. Y gratis además. Un día de estos me tengo que pasar por Valencia aunque sólo sea para participar en una de esas discusiones (en realidad lo haría por las cañas).
Ven cuando quieras, Elbé. Las cañas no están tan buenas como en Madrid, y no ponen tapa. Pero el arroz está muy bueno. Ya improvisaríamos, tú por eso no te preocupes.
dinero, hijos, trabajo, ideas, justificantes...me estoy agobiando, menos mal que existen cañas, pelotazos, tiempo y colegas para pensar en compañía
En unos viejos dibujos animados los personajes leian un libro que se titulaba "Dos formas de ganar un millon de dolares y dos millones de formas de ganar un dolar"
Las dos primeras eran
1. Vaya a ver a alguien que tenga un millon de dolares y pidale la mitad.
2. Gane un concurso en el que el premio sea un millon de dolares
En una obra que estábamos haciendo cogí cierta amistad con el promotor, el cual me confesó aquello tan manido de que lo difícil son los primeros mil millones de pesetas, que el resto luego venían solos. No lo maté porque no lo maté.
Publicar un comentario