14 mayo 2007

The Moscow girls make me sing and shout

Este sábado volví a cumplir con el sagrado ritual de tragarme el Festival de Eurovisión. Desde los lejanos tiempos de Mocedades, Karina y Sergio y Estíbaliz una mezcla de obligación y devoción me llevan a plantarme delante del televisor año tras año y pasar por todos los estados inimaginables contemplando el desarrollo del mismo.

Ha cambiado mucho la cosa en todo este tiempo. En los setenta era casi una cuestión de orgullo patrio. Recuerdo que cuando se mató Nino Bravo, en Villarrubio, apenas a cincuenta kilómetros de Belmonte, lo sentí porque estaba convencido que el bueno de Luis Manuel hubiese ganado en Eurovisión. En aquella época las canciones importaban, aunque no tanto como las votaciones. Mocedades y Karina segundos. Betty Misiego lo mismo. Qué votación aquella, cuando les regalamos el trinfo a los israelíes de Milk and Money (with Gallie). No recuerdo muchas canciones de aquella época. Las típicas: Waterloo, A-ba-ni-bi, Save your kisses for me de Brotherhood of man, el What`s another year del irlandés Johnnie Logan y pocas más. Pero alguna canción se podía salvar.

Luego vinieron los años oscuros. El punto de inflexión fue cuando mandamos a Bachelli. Fue una forma de decir: Eurovisión nos importa tres narices. Y durante los ochenta y noventa nos tragamos a la Década Prodigiosa, a Nina, a Serafín Zubiri dos veces, a Mikel Herzog, a la pobreta de Remedios Amaya derivando con su barca, a la gloriosa Anabel Conde, al palanganas de Civera y a tantos otros que ni recuerdo. En esta época nada tenía interés, ni la música ni las votaciones. Pero, año tras año, allí estuve, cumpliendo.

La resurrección vino con Rosita de España (Rosita, ¿qué te está pasando?). Nos vendieron la moto con que iba a ganar, algo realmente imposible desde que se implantó el actual sistema de votación tan rentable para los organizadores y los países del este entraron en Eurovisión, y el batacazo fue morrocotudo. Pero volvió la euforia y el interés generalizado por el festival. Vivimos ahora una época donde sólo hay macizas y, sin ánimo de ofender, maricones sobre el escenario, con algún friqui desatado que da color. Las canciones siguen siendo malas y las votaciones no tienen el menor interés, pues son eternas y previsibles. Aunque ahora se cuida mucho más la puesta en escena y, de tanto rizar el rizo, pasas buenos ratos.

Sobre el festival del sábado pasado os recomiendo leáis la crónica de Sisterboy. Por mi parte, sólo querría comentar algunas impresiones que tuve a lo largo del mismo y que creo de vital importancia reseñar:

A mí me gustaron las rusas.

También me gustaron las rusas.

Por otra parte, he de decir que me gustaron las rusas.

Sería injusto por mi parte no reflejar cuánto me gustaron las rusas.

Añadiría, con vuestra presumible aquiescencia, que las rusas me gustaron mucho.

En honor a la verdad he de confesar que las rusas me gustaron una barbaridad.

No puedo negar que las rusas me agradaron mucho.

No quisiera olvidar la grata impresión que me produjeron las rusas.

Resaltar, por otro lado, cuánto me gustaron las rusas.

Y no quisiera terminar sin dejar constancia de que las rusas me gustaron mucho.



Por cierto, respecto a la victoria de Serbia, confesar que no sabía que hubiese tantos emigrantes naturales de la isla de Lesbos repartidos por toda Europa. Sorpresas te da la vida.

11 comentarios:

Slim dijo...

bah, pues las rusas eran una mala copia de TATUU, o algo asi, unas que ya ganaron un año.
a mi la verdad es que no me gusto casi ninguna cancion, excepto una que se parecia a una de Bjork (porque se parecia a una de Bjork), tambien la de Rumania que me hizo gracia vete a saber porqué.
la que menos me gusto la de Latvia, esos que salian con una rosa cantando en italiano, daban grima.
lo que mas me gusto es que mi hija se enfadaba porque no nos votaba nadie igual que hacia yo a su edad. me enterneció, yo soy asin.

Pasitos de bebe dijo...

Hace años que me aburre eurovisión, intento pero no duro ni dos minutos verlo!!!
Tampoco sé para que sirve, ni porque son tan malos...casi todos, por no decir todos.
No entiendo nada, es como ver la mis y mister España, no??

Zar Polosco dijo...

Las Tatoo no llegaron a ganar. Montaron el numerito, que si se daban un beso, que si no y al final guian de guian.

La que cantaba como Bjork creo que era de Georgia. Y estuvo bien, no como mis rusas, pero bien.

Los rumanos cantaron parte en español. Y es mejor que canten en rumano y así nos ahorramos el tener que entenderlos. Yo compadezco a los angloparlantes, que entenderán la mitad de las letras de Eurovisión. Pobrecillos.

Lo de tu hija se cura con el tiempo. No te preocupes.

La utilidad de Eurovisión no te la sé explicar. That`s entertaiment. Es fascinante.

Y por haber comparado Eurovisión con las galas de Miss y Mister España se me da usted cien vueltas al patio corriendo y después se hace quinientas abdominales y cien flexiones.

Slim dijo...

tercera critica de eurovision,en el blog de vargtimen,con foto de tus rusas, o mas bien de sus piernas, incluida,:)

Arual dijo...

Pero bueno ¿las rusas te gustaron no? Jeje!! No sé no vi el festival, no suelo verlo desde hace siglos, así que NO COMMENT!!

GaNDuL SaGaZ dijo...

Nos odia Eurovision. Para Nos se quedaron estancados en los años 60-70. Todas las canciones y grupos son dignas de cualquier muermo-programa de la TV1 (de esos que tanto gustan a los jubilados).

Para una nota discordante que sacaron en la edición del 2006... y lo sacan heavy metal... sí sí... metal tan de moda a finales de los 70 y los 80. Al parecer ya bien adentrados en el siglo XXI ellos empiezan a cambiar de década y claro... para ellos el heavy metal es una gran novedad, algo de lo último de lo último, y hay que premiarlo con un primer puesto. No nos extrañaría que empezaran a aparecer grupos de punk, post punk y cosas por el estilo a los que aplaudirían ante su novedosísima forma de ver y responder ante el mundo.

Que lo sigáis disfrutando,
GaNDuL SaGaZ, Señor del Sie7e

3'14 dijo...

No he visto Eurovisión desde hace años (yo que soy fan acérrima de Remedios Amaya, he “desvariado” un poco con mi barca en los coment de Sisterboy, así que supongo que ya me leerás allí, y te ahorro el peñazo de repetirme en tu blog)
El caso es, que en comentario a tu entrada, y sin haber disfrutado del festival aplicaremos la lógica aristotélica para concluir el por qué de tu devoción por las rusas:
a) Las rusas no eran gays
b) Las rusas no eran frikis
c) Luego, ¿Cómo no iban a gustarte las rusas?

SisterBoy dijo...

Gasp Zar con tu repaso de los aspirantes apañoles a Eurovision me has hecho recordar a Cadilla y su "Valentino", que cosa tan mala dios mio.

Zar Polosco dijo...

Gandul, si hubieses visto este año Eurovisión habrías notado que Alemania envió a un crooner. Eurovisión es atemporal, es un ente en sí mismo.

Pi, las rusas me gustaron más por lo que eran que por lo que no eran.

Sisterboy, qué bonita chaqueta llevaba Guzmán (el de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán ¿qué pensarían sus compañeros?) el líder de Cadillac mientras cantaba Valentino aquel año.

Y Patricia Kraus. Y Lucía (que se casó con Diego, aquel macarra que jugó tantos años en el Sevilla y provenía del Betis) cantando un tango en la Gran Bretaña en plena guerra de las Malvinas.

Slim dijo...

yo me acuerdo de Trigo Limpio, mas que nada porque en el colegio hubo bastante cachondeo con el tema (yo me apellido Trigo asi que el chiste facil..eres trigo limpio o trigo sucio..me lo estuvieron repitiendo los profesores hasta el instituto.
la cancion era algo asi como vuelve esta noche o asin.
como era la de Lucia? me acuerdo de ella morena, de pelo liso, pero de la cancion no!

Zar Polosco dijo...

Ahí tienes la de Lucía.

http://lugocidade2002.iespana.es/espana/1982.htm

Y aquí tienes la de Trigo limpio

http://lugocidade2002.iespana.es/espana/1980.htm

Qué gran invento es el Google.