Este sábado pasado tuve que elegir entre dos opciones. La opción A consistía en sumergirme en una piscina de ácido sulfúrico, beberme un par de campanas fundidas, badajos incluidos, ver todos los concursos hípicos donde hubiese tomado parte la infanta Elena, escuchar de corrido la discografía completa de los Dire Straits y asistir a una exposición retrospectiva de Antoni Tapies. La opción B consistía en acudir a la comunión de una hija de una prima hermana de Ana. Elegí sin dudar la opción A pero no me sirvió de nada. El sábado pasado, de comunión. Qué chupi.
No voy a hacer la crónica de la misma pues todas absolutamente todas son iguales (el arros de senyorets estaba mejor de lo que hubiese estado la campana fundida, las cosas como son). Sólo quería dejar constancia de la tranquilidad de espíritu que me quedó después de ver a tantos niños que, tras atracar sus fragatas en el Puerto, recibieron con uniforme de gala y expresión beatífica su primera comunión. La Armada española, tantas veces vejada y desafortunada, tiene un futuro realmente espléndido.
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13 comentarios:
Aisss a ti también te dan repelús las comuniones eh, jeje!!!
Vaya!! pues yo siento lo mismo respecto de estos actos marineros para niños y principescos, ein!!! para niñas, repelus es la palabra, pero tendré que vencer al pelo y el domingo acompañar a un flamante marinero (mi sobrino, mi único sobrino) hacía su futuro...no quiero!!!Saluditos capitán!! mi capitán!!!
Creo que no tengo ninguna comunión a la que acudir en los próximos seis años. Para entonces confío en que ya no estén de moda y llegue con darle una consola al niño y zamparse un botillo o lo que sea.
Dicho esto, he de confesar que me ha defraudado no encontrar un análisis en profundidad de "lo de ayer" en el Calderón.
ja ja ja ja... Creo que el amor por las comuniones es mutuo.. Yo este año me he librado de dos, pero hay una de la que no me puedo escapar...
En fín, que remedio!!
besos.
Corre el rumor de que, con las niñas, en las comuniones se organizan mini bodas pues los padres desconfían que vayan a casarlas.
Eres un cabronazo, Álex. Hacía tiempo que no me llamaba tanta gente como hoy, ni recibía tantos correos. A las ocho de la mañana, al llegar a trabajar, he sido recibido por un Atleti, Atleti coreado por todo el Taller. Uno de mis jefes, vikingo él, lleva todo el día detrás de mí que si somos una vergüenza, que parece mentira, que ójala no juguemos la UEFA.
Yo, la verdad, estoy un rato jodido. No vi el partido. Con el 0-3 dejé de interesarme por el mismo. Antes de acostarme vi en el teletexto que íbamos 0-5 y esta mañana me enteré del 0-6. Me bufa quien gane la Liga, pues Madrid y Barça son la misma castaña. Pero perder 0-6 es para meterte debajo de la cama y no salir hasta el día en que me muera.
Cuando el doblete pensé, bueno, ya me puedo morir tranquilo. Pero no. No es así.
jojojo...acabo de leer tu ultimo comentario,y....lo siento,tio,pero...jojojojo,me sentí igual el dia aquel que el Barça de Cruyff nos metió el 5-0 al Madrid.Os aconsejo a los colchoneros que tomeis muchos rabos de pasas para no olvidar nunca el doblete.
Respecto a las comuniones,bueno,son un peñazo,pero cuando eres tu el que la haces es un dia muy especial.Por lo menos la mia,la recuerdo muy gratamente.Y eso que pasaron...ffffff
Envidia no es una palabra buena para describir lo que siento hoy por tí... si me ves descojonarme espero que no pienses que es por lo del Atleti, no, no es por eso.
Hace mucho tiempo que decidí no asistir a más bautizos, comuniones y bodas por obligación, eso reduce mi círculo de amigos y familiares que me siguen dirigiendo la palabra, pero eso que me ahorro por otra parte en vestidos que no volveré a ponerme, regalos que más falta me harían a mí que a quienes se lo regalo, y tiempo de forzadas sonrisas y paripés estipulados que arcadas me produce pensar en como lo estoy malgastando… En fin, pero tú no me hagas caso, estoy segura que la hija de la prima de Ana te agradecerá enormemente tu asistencia, seguro que no lo olvida en su vida, habrás contribuido a forjar en su memoria uno de los días más felices de su transcurso vital, y ten por seguro que, el día de tu funeral, asistirá junto a toda la familia, eso sí, lo más probable que no sabiendo bien, bien que pinta allí… Pero ya sabemos, hoy por ti, mañana por mí. Que maravilloso es el fabuloso mundo de la familia consanguínea, política…
Yo este año tengo dos pero no me quejo. Normalmente me libro.
En cuanto a "lo otro" tenia mucha razón el que dijo eso de "lo peor no es perder sino la cara que se te queda" a lo que yo añadiria "y la cara que se le queda a los demás"
a mi lo unico que me gustaba de las comuniones eran las peladillas y ahora ya me parece que no dan...
Yo espero no tener que asistir a las comuniones de mis hijos. De momento su madre y yo pensamos lo mismo, la incógnita son ellos.
Por cierto, 0 - 6, ¿cuántos goles del "Niño Torres"? Ya que no soy original pidiendo comida en los restaurantes indios, a ver si en tu blog lo consigo.
Como sé lo que pensarás, oink, oink, oink.
Torrija, sólo te ha faltado hacer escarnio de mi 1h. 27` del domingo.
De eso no puedo escarnecer. Si yo hiciera ese tiempo en una media maratón me besaría los pies a mí mismo.
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