16 mayo 2007

Calderilla

Una de mis obsesiones es el tiempo. Me angustia mucho no poder disponer de él a voluntad y aunque soy de espíritu un tanto resignado, me rebela bastante la idea de cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando y cuántas cosas no he hecho, cuántos libros no he leído y cuántos lugares no conozco.

Para poder hacerme propietario de mi tiempo veo dos opciones: renunciar y desprenderme de todos los bienes terrenales y convertirme en un eremita o un estilita (siempre me ha gustado mucho esta palabra) o comprar mi tiempo. La primera opción Ana no me deja contemplarla, aparte que tengo una responsabilidad para con mis dos churumbeles. Para la opción b ando un tanto romo en bienes, tanto muebles como inmuebles.

¿Qué cantidad necesito para poder comprar mi tiempo? Tengo cuarenta y un años. Si no cambia la legislación (ruego a Dios y a toda la corte celestial que no la cambien) me quedan veinticuatro años laborales o laborables hasta la jubilación. Teniendo en cuenta inflaciones y demás, ¿voy a ganar diez millones netos de promedio en los veinticuatro años que me quedan? Lo dudo mucho. ¿Me conformaría con doscientos cincuenta millones de pesetas limpios para retirarme? ¿Dónde hay que firmar? Con ese dinero aún tendría el suficiente como para prepararme una buena pensión.

Por lo tanto, necesito doscientos cincuenta millones de pesetas. No quiero más. Tener mucho dinero es una responsabilidad. Ese dinero hay que moverlo, hay que generar riqueza con él, y yo no tengo esa mentalidad. Yo sólo quiero invertir en mi bienestar y en el de los míos. Y no tengo grandes vicios. No me voy a ir a Montecarlo a pulírmelo en el casino.

¿De dónde saco ese dinero? Los alemanes dicen algo así como das ist eine gute frage. Una buena pregunta, sí señor. Trabajando honradamente y como asalariado es complicado. Podría ser robando, pero para robar hay que valer y no es mi caso. Podría confiar en los juegos de azar, aunque para ello tendría que jugar. Creo que cada vez que salen los anuncios del Pancho ese Ana echa una primitiva donde está mi combinación infalible (tengo la misma desde el principio de los tiempos). Nunca le he preguntado si nos ha tocado o no. Me temo por su expresión que no. Podría confiar en que Robert Redford me ofreciese un millón de dólares por pasar la noche con Ana. Yo le pediría tres y pactaríamos en dos. Igual Ana no quiere con el Redford, que ya está machucho, pero si fuesen el polaco de la Obregón o el negro supermacizo del CSI Las Vegas quizá se lo pensase. Podría dirigirse a mí persona el “Interviú” y exponerme su interés en mostrar mi ciruelo al mundo. Yo le pediría la cantidad de marras. Aunque es cierto que todos los días nos vendemos los que trabajamos por cuenta ajena por cantidades misérrimas que apenas nos garantizan un periodo muy corto de subsistencia, si nos tenemos que vender, hagámoslo por una cantidad que nos resuelva la existencia y nos haga vivir con independencia del dinero.

Así pues, lo veo complicado. Mis padres no son ricos y dicen que la herencia ya la llevamos puesta, por lo que por ahí poco puedo rascar. No tengo parientes lejanos que emigrasen a América y sí muchos primos con quien habría de repartir lo que hubiese que repartir. Mal, lo veo mal.

Otra opción sería la mendicidad. Aunque con mi experiencia iniciada el día del fiasco maratoniano a la puerta del metro de Simancas, si me costó conseguir un euro, millón y medio prefiero ni pensarlo.

En fin. Confío en vuestras ideas. Y si queréis un número de cuenta para efectuar vuestros ingresos, facilitadme una dirección de correo que allí os enviaré mis veinte dígitos. Gracias de antemano.

16 comentarios:

3'14 dijo...

¿Este post lo has escrito tú o yo? Dios! Ten por seguro que si tuviera esa idea mágica de cómo tener dinero para disfrutar de mi tiempo te aseguro que no andaría llorando por los rincones. (Maldigo a quien me suelta de vez en cuando la odiosa frasecita de: El dinero no da la felicidad, grrr ¡que la felicidad ya la tengo! Sólo necesito poder disfrutar de ella) Yo suelo dar mis 20 dígitos pero en lugar de ingresar succionan los muy mamones…

Arual dijo...

Coincido con Ana en su buen gusto por el macizorro negro de CSI LAS VEGAS, mmmmmm!!!
En cuanto a tus intentos de comprar el tiempo lo veo tan negro como la piel del muchachote que acabo de mentar, para ti y para mí también, así que siento decirte que tendremos que seguir vendiéndonos currando por cantidades ridículas de dinero, es duro, lo sé, pero alguien tenía que decirlo...

SisterBoy dijo...

Lo de siempre. Cuando tienes dinero, no tienes tiempo y cuando tienes tiempo no tienes dinero. Puestos a escoger prefiero el tiempo

elbé dijo...

No tengo ni idea pero valga otra vez Nina Simone para lamernos las heridas y lamentarnos por nuestro destino.

Yo había cifrado mi libertad en un millón, aunque tengo el mismo problema que tú, no sé de donde sacarlo.

Zar Polosco dijo...

Supongo que sería Woody Allen el que decía aquello que el dinero no da la felicidad pero proporciona una sensación muy similar y apenas distinguible con la original.

Y ya que estoy con Woody, también dijo aquello que el sexo sin amor es una experiencia vacía pero como experiencia vacía es la mejor que existe.

Esta última cita va dedicada a los que tienen conciencia.

También prefiero tiempo, sin duda.

La verdad que esta canción me pone los pelos como escarpias, y al relamerme las heridas me araño con el vello.

Tomoya I dijo...

"Das ist eine gute frage"... qué tíos los alemanes, son la bomba y la repera.

Pasitos de bebe dijo...

Yo por tí Zar a medias!!! yo con el mulatito de CSI o con el rubio de la Obregón cuando quieran jijiji, solo falta que tú me confirmes la cita y ya está 500 mil para tí 500 mil para mí, eso si previo pago

Zar Polosco dijo...

Es lo que tienen los alemanes.

Llumeneta, con el tema del dinero no negocio un céntimo. Todo para mí. Cuando Moliere escribió "El avaro" y Balzac "Eugenia Grandet" pensaron en mí con muchos años de antelación. (Cuánta cultura se respira por los poros de este blog).

Pasitos de bebe dijo...

Yo dispuesta a sacrificarme para que consigas la pasta suficiente para aprovechar el tiempo suficiente...y tú...bueno, en fin, también escribió Moliere la del "El burgues, gentilhombre" o algo así...

pep-ito dijo...

Pues yo creo que de chapero te sacarías una pelillas, aunque si ni tan siquiera me dejas darte un beso no creo que te atrevas al resto de delicias hormonales.

Bromas aparte, mi bisabuela (materna-materna)le decía a mi madre, que todo el tiempo que se estaba durmiendo en la cama era tiempo que perdias de estar viviendo.
Hay que tener tiempo para descansar, pero yo soy de los que piensa que no hay que perder el tiempo.

Y con respecto al dinero, a todos nos encantaría tener mucho más dinero. Pero cuando llegas a tenerlo todavía quieres tener más... y cuando llegas a un escalón económico siempre añoras seguir subiendo. Así, que nunca terminas de querer tener más dinero, siempre quieres más...Este comentario se lo escuché a un banquero que no estaba contento con los miles de millones de euros que tenía en su cuenta bancaria.

Así que yo te recomiendo que disfrutes del dinero que tienes y que le saques el mayor partido. Te prometo que se puede hacer. Intenta realizar alguna acción por la cual sea factible poder aumentar tu calderilla, pero disfrutando de lo que tienes te prometo que es como mejor lo puedes llegar a pasar.

Te mando un beso (en la frente)¿me dejas?

Tomoya I dijo...

Ciertamente ha sido bastante feo que no aceptases el bonito ofrecimiento de Llumeneta. Me duele tu insensibilidad y avaricia.

No te reconozco. Ni que estuvieses colegiado en la Avenida de la Plata...

Insiste Pep, que Zar no sabe decir que no.

Zar Polosco dijo...

Tomoya, me has hecho tener ciertos problemas de conciencia, por primera o segunda vez en mi vida.

Esta bien, Llumeneta, te gestionaré las citas y como prueba de mi reconocimiento a tu enorme sacrificio estoy dispuesto a negociar tus retribuciones. Un cincuenta es demasiado, pero podría llegar hasta un diez.

Pep, tus besos virtuales siempre son bien recibidos. A los chaperos ya los veo por el río cuando voy corriendo por allí. Alguna vez los he visto trabajando y lo de las delicias hormonales me lo tomaré como un eufemismo.

Sábato, en su soporífero "Abbadón, el exterminador" hace unas reflexiones sobre el mundo de los sueños tremendas. No estaría en absoluto de acuerdo con tu bisabuela materna materna. Se ve que el tío durmiendo lo pasaba fatal con los sueños que tenía y afirmaba que se vive, se sufre y se envejece más durmiendo.

Si tuviese el dinero que pido, creo que podría mantener el equilibrio. No soy ni ambicioso ni competitivo. No pretendo ser más feliz que nadie. De todas formas, es hablar por no callar. No estoy mal. Me gusta quejarme. Me gustaría preparar un triatlón, leer más libros y viajar más. Y hacer el Camino de Santiago, yo solo, sin prisas. ¿Lo haré? Espero, algún día. Y si no, pues espero haber disfrutado con lo que haya hecho.

Un beso virtual en la frente para ti, picaruelo.

Arual dijo...

Gracias por tus palabras en mi blog, sé a lo que te refieres, lo sé muy bien, ya me quedé una vez, y me costó bastante, fue en noviembre pero lo perdí, y ahora desde febrero hemos vuelto a intentarlo, sin éxito, aún, otro beso para ti!!

Sett dijo...

Caray!!

Una buena forma de pensar en voz alta le llamaría a tu post.Me pasé de casualidad y me has dejado barrenando...Lo unico que se me ocurre ahora es lo del anuncio este de empezar cambiando un clip por un pomo de puerta y tal....

Te tengo ya linkeado a ver que cosas voy leyendo por aqui.

Un saludo""

pep-ito dijo...

¿Picaruelo? Je, je, je...
Me encanta el piropo.
Gracias guapo.

Zar Polosco dijo...

Bienvenido, Sett. Cortesía obliga. Paso a verte. Perdona si no voy lo suficientemente bien vestido para la ocasión.