El viernes pasado se despidió Juan Manuel Gozalo de Radio Gaceta de los Deportes y ayer noche José Ángel de la Casa retransmitió su último partido.
Me da mucha pena.
Son muchos años. Siempre me ha gustado Radio Gaceta, especialmente los primeros cinco minutos, cuando cuentan todo, y los últimos veinte, cuando ya no hablan ni del Madrid ni del Barcelona ni está el político de turno. Ahora lo escucho menos, pero me he quedado muchas veces en el coche para poder escuchar el principio antes de subir a casa y he distribuido mi tiempo en función del horario del programa. A Gozalo fue al primero que oí hablar de la doble moral en el deporte por querer muchos records y espectáculo y pruebas ciclistas de tres semanas con cinco jornadas de montaña y luego tratar a los deportistas como parias porque con arroz blanco no aguantan tanto esfuerzo. Me gustaba mucho Gozalo, hablase de fútbol, de ciclismo o de waterpolo. Disfrutaba con lo que hacía y, al menos a mí, me contagiaba.
A José Ángel de la Casa también le voy a echar de menos. Me he metido mucho con él, llamándole de la casa blanca, cuando se le hacía el culo gaseosa cada vez que Michel tocaba un balón y, luego, cuando fue el hombre más feliz del mundo teniéndolo al lado como comentarista. Pero es que los partidos de España 82 ya los comentó él. Y el gol de Señor, y el de Maceda a Alemania en Francia 84, y aquel otro de Señor a Bélgica en cuartos de Méjico 86 que nos mandó a la prórroga y a los penalties donde falló Eloy después de haber eliminado a Dinamarca cinco uno, el gol de Caminero a Italia en Estados Unidos 94, que luego no sirvió, pero, con el tiempo, creo que nunca hemos tenido un mundial tan cerca como aquel. Muchos partidos. Muchos disgustos. Alguna que otra alegría. Y siempre su soniquete mustio de fondo.
Se jubilan. Se están jubilando muchos con los que hemos crecido. Es como si nos fuésemos retirando poco a poco. Y a nosotros nos amenazan con retrasar la edad de jubilación. Dentro de nada en España convivirán muchos prejubilados de cincuenta años con trabajadores de setenta. A mí me tocará trabajar hasta los setenta, como si lo viera. Y entonces acabarán de eliminar los viajes del Imserso, y me dará una esclerosis galopante y la espicharé en cuatro ratos no sin antes haber dejado toda mi herencia a la mafia siciliana calabresa para que ajuste las cuentas a todos aquellos que hicieron posible el retraso de mi jubilación.
29 marzo 2007
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11 comentarios:
jaja pero que positivo te has levantao hoy!
yo pienso jubilarme e irme de viaje a mallorca y ponerme las botas en el bufet.
y a lo mejor en la tele del hotel veo a españa ganar, por fin, el mundial.
Es lo que toca por ser hijos del boOm demográfico de finales de los sesenta, principios de los setenta. A la hora de trabajar, como el primero; a la hora de recibir... haz cola.
Yo siempre ponia como ejemplo a Gozalo como el periodista deportivo que sin ser sosainas estaba lejos del mafioseo del Butano y de las payasadas de De la Morena y compañia.
Y también se van Gasset y Julio Cesar Iglesias. Y lo peor no es eso, lo peor es lo que vendrá para sustituirles
Tengo 32 años. Podríamos decir que estoy más cerca de los 20 que de los 65. Sin embargo, será porqué el pasado es irrecuperable y el futuro, con un poco de suerte, nos tocará vivirlo, me angustio mucho más pensando en ese desesperanzador futuro que me aguarda. Y cada día que pasa el malestar aumenta. Zar, entradas así no ayudan a disfrutar de la vida. Espero que estés satisfecho.
Voy a copiar 100 veces: Disfrutaré cada segundo de mi vida mientras estoy en mi trabajo
Ya que estamos a vueltas con el coste de oportunidad, sigamos manejándolo.
El coste de oportunidad es, más o menos, lo que dejas de ganar (o hacer) por hacer lo que estás haciendo (¿he empleado el verbo hacer?).
Así que, Pi, escribamos cien veces disfrutaré cada segundo de mi vida mientras estoy trabajando sin pensar que podría estar disfrutando muchísimo más cada segundo de mi vida si estuviese haciendo otras cosas que seguramente haría si no tuviese que trabajar.
Como es muy larga la frase, la escribiremos sólo cincuenta veces.
¿Gasset también? ¿Tan mayor es?
A mí más que darme pena, me jode mucho. Yo, en tiempos, también oía mucho a Gozalo. Hoy ya no oigo nada de eso. Para terminar de agriar el momento seguro que dentro de nada empezarán a jubilar a los clásicos de R3 (Ordobás, J.M.López, Juan de Pablos...). Un sindiós.
Diego Manrique, Rodolfo Poveda, Ramón Trecet. Un contradiós.
Pues en mi casa escuchábamos todas las noches a José María García en Antena 3, radio claro, y después a Carlos Pumares en "Polvo de estrellas". Qué tiempos aquellos! Ahora ya no escucho la radio, que sale gente hablando en alemán...y ya no es lo mismo... :-(
Por cierto, que aquí en Alemania precisamente hoy (día 30) han aprobado ya la ley de pensiones a los 67 años. Osea, los nacidos en el 47 trabajan 65 años y un mes y así van añadiendo meses hasta llegar a los de la generación del 64 que tendrán que trabajar dos años más para que les quede la pensión completa! Flipante, no? La que nos espera...
Me gusta mucho tu blog. Soy lectora diaria desde que lo descubrí por el blog de Alex. Gracias :-)
Yo otra vez. Que me he comido un "hasta los" 65 años y un mes, claro. Si es que ya parezco guiri y todo... Perdón.
Mi hermano y yo también éramos fieles al Butano en los tiempos de Antena 3. A Pumares nunca llegábamos, ni a Gomaespuma los fines de semana.
Bienvenida, Imán. Esta es tu casa. Tu nombre me recuerda a un amigo de la escuela a quien llamábamos así pues, jugando al fútbol, todos los balones acababan siempre en sus pies por su gran poder de atracción.
Cuéntanos cosas tuyas. ¿Estás en Alemania becada, trabajando por un tiempo o para quedarte? ¿Te jubilarás alli a los sesenta y siete o aquí a los setenta? ¿En qué parte de Alemania estás? Nunca he estado por allí, pero mi padre pasó dos años creo que en Fruiburgo primero con una beca y luego trabajando en Siemens, habla alemán y es un fervoroso germanófilo, algo que, en parte, nos ha contagiado.
Lo dicho, bienvenida y espero que por mucho tiempo.
Vivo muy cerca de Berlin, en una ciudad preciosa de bicicletas, tranvías, palacios y parques. He vivido en varias ciudades, pero la primera también fué Freiburg,así que supongo que tu padre y yo hablamos alemán con ese acento "badisch" de allí. Ahora trabajo en un proyecto de artesanía, organizando ferias, pero también hago traducciones y de guía turística para los amigos, que es lo que más me divierte: parlotear de historia y tener invitados en casa!
Iman significa confianza en árabe y aquí todos me llaman así. Me gusta. Soy vasca, del Alavés y he crecido en Madrid. Encantada! :-)
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