No es un perro ni es un gato

Dada la crisis que tengo de comentarios, que me lleva a mal traer y está comenzando a desestructurarme, por no decir tocar los cojones como se ha dicho toda la vida, tendré que recurrir a la célebre trilogía de Sisterboy (violencia, sexo y juego) que se convirtió en tetralogía, con el añadido de la política, para recuperar mi autoestima, tan de mondondanga ella a pesar de las apariencias.

El tema del ilustre filántropo y alegre bandolero De Juana Chaos y de su jefe de prensa Oleguer Pressas está un tanto manoseado y poca polémica podría crear. Todos estamos de acuerdo en preguntarnos porqué Farruquito no se pone en huelga de hambre y en reducir el Código Penal al célebre verso “en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira” del más que cursi Ramón de Campoamor, en cuya calle dedicada en Valencia nos hemos emborrachado unos cuantos unas cuantas veces. Aplicando este prisma resulta sorprendente que no se ensalce al doctor Mengele por su gran aportación a la medicina y que no se considere a China únicamente como el gran productor y el gran mercado del presente y del futuro sino que se llegue a insinuar soto voce que en China hay presos políticos, purgas, depuraciones, ejecuciones masivas y esas cosillas tan malas en unos sitios pero no tan malas en otros.

Como con el tema político poco podemos rascar, podríamos sacar el tema del gran ejemplo que están dando al mundo los representantes de los dos equipos principales de la ciudad con más arte, gracia, salero, alegría y me casé con un enano pa jartarme de reír. Todos tenemos unos cuantos equipos que, cuando pierden, nos alegramos, pero odiar, odiar…no sé. Luego matan en Catania a un policía a lavaborazo limpio y la gente se rasga las vestiduras y que si la violencia y la sociedad y, venga, vamos a hacer unos pocos pucheros delante de las cámaras y a poner caras de gran consternación y gran indignación, pero eso de hacerme una foto delante de fulano, vamos hombre. Y tú más. Y eso lo será tu padre. Vale que el odio existe y sólo se está buscando un lugar donde reflejarlo y plasmarlo, pero no echéis gasolina al fuego y luego impartáis seminarios donde, de cada tres palabras, dos son ciudadanía.

Con respecto al sexo, para qué hablar pudiendo ver algunas imágenes. (Están comprimidas. Lo siento). Algunos me reprocharán el enlace. Otros me retirarán el saludo. La mayoría dirá que por fin algo que merece la pena. En fin, Javier Sardá siempre decía aquello de hoy he perdido un amigo pero he hecho más feliz al director de mi banco y yo, como Faemino y Cansado, todo lo hago por la pasta. Y con el blog me estoy forrando. Aunque he de confesar que lo que más me ha movido a la hora de enlazar lo enlazado ha sido su carácter instructivo. Me pierdo por la pedagogía (no malinterpretéis la raíz peda. Hay pedagogía para adultos). Todo sea por la cultura y el acervo.

Y ya sólo me queda lo del juego. Nunca he entendido la ludopatía, pero, oye, haberla hayla. Decía la Bella Otero que sólo hay un placer comparable a ganar en el juego y es perder en el juego. Y de eso ella sabía un rato. Y Luis Aragonés. Y Jimmy Floyd Hasselbaink. Y Michael Jordan. Y Charles Barkley. Y mi bisabuelo, que se jugó a mi bisabuela y la perdió. Cuando fueron a cobrarla, sacó la escopeta, le dijo a mi bisabuelo que entrase en casa y al ganador le preguntó que dónde prefería el tiro. Así me lo contó mi padre y se non e vero, e ben trovato.