01 diciembre 2006

No me des tormento, Elvis

Recojo la sugerencia de SisterBoy y nombro a los diez intocables de este blog. Cualquier mención peyorativa, mofa, befa o escarnio de los luego citados será causa de un encuentro vis a vis con mi querido amigo Luca Brassi, que se dedicará a fragmentar las piernas del ofensor hasta conseguir que el número de cachitos sea múltiplo de diecisiete.

Fiodor M. Dostoievski

Edwin Moses

John McEnroe

Milinko Pantic

Antonio Carlos Jobim

Otis Redding

George Harrison

Miguel Induráin

Sebastian Coe

Carlos Lopes


Pues no, no hay hombres de ciencia. Y sólo hay un español. Y sí, todo son tíos. Y la mayoría deportistas. Y hay mucho angloparlante. Y los vivos ganan a los muertos por la mínima. Y Luca Brassi es mi mejor amigo.

11 comentarios:

3'14 dijo...

Entiendo lo de la falta de mujeres por tu parte, así pueden ser tocables

Anónimo dijo...

Nos se apunta a tocar mujeres! ^^

No está mal, no. Nos conoce a tres de los mencionados.

Zar Polosco dijo...

Pues estuve a punto de meter en la lista a Marita Koch y a Evelyn Ashford, pero cayeron en semifinales.

Zente, hay una cosa que se llama deporte. Su práctica pude llegar, incluso, a resultar divertida. Y su contemplación ni te cuento.

Obligatorio leer el comentario que ha dejado Zente en la entrada anterior.

elbé dijo...

Yo era de Ovett. Y de Lendl (en esto reconozco que estaba equivocado pero es que mi hermano era de McEnroe).

Zar Polosco dijo...

La mejor época del medio fondo. Coe, Ovett, Cram, Aouita, Scott, Abascal, González. Steve Ovett, el representante de las clases populares, siempre por detrás del gran Coe, su gran rival, aunque tuvo su momento de gloria en la final de 800 de Moscú 80. Ovett, que ahora es comentarista. Yo seré de Coe, pero jamás fui anti Ovett. Todo lo contrario.

Ahora, lo de Lendl no tiene nombre. Para mí con este tío llegó el final del tenis. Salvo Mecir, desde entonces el tenis dejó de ser un deporte estético para ser un deporte de fuerza. La gente aplaude al tío que saca a mayor velocidad.

SisterBoy dijo...

Gónzalez me cai mal.

Me apunto a la idea de Pi de, tras hacer una lista de diez hombres intocables, hacerla de diez mujeres tocables.

Les conozco a todos excepto a Carlos Lopes y con ese nombre me será dificil separar la paja del trigo en google asi que ya me diras algo :)

andrés dijo...

Especialmente de acuerdo con lo de Dostoievski. El doblete que consiguió el atleti fue gracias a el. Que faltas se sacaba el tío.

Tomoya I dijo...

Estoy contigo Sisterboy, en lo de González y en lo de Carlos Lopes, pero en este último te puedo ayudar. No sé si he tenido más paciencia o más suerte que tú, pero en la Wikipedia creo que encontré al intocable de Zar. Como no podía ser de otra manera se trata de un atleta, un corredor de maratón.
En cuanto a la lista de diez mujeres tocables se lo ponemos difícil a Zar, sobre todo si son más veloces que él.

¡Ah, las listas! ¡qué vicio, que perversión de coleccionista!

Zar Polosco dijo...

Carlos Lopes es leyenda del fondo portugués. Después de infinitos subcampeonatos, ganó el oro en Marathón en Los Ángeles 84.

A mí tampoco me cae demasiado bien González. Me hace gracia cuando critica a los demás, pues el fallaba más que una escopeta de feria, pero fue muy bueno.

Sí que es buena idea lo de la lista de las diez mujeres tocables. Y la de las diez perseguibles.

Respetaremos tus piernas, Lowrita. Un treinta por cien de respeto no es mal porcentaje.

Andrés, bienvenido. Las faltas que tiraba Dostoievski sólo son comparables a la influencia musical que tuvieron las composiciones de Milinko Pantic y a la felicidad que irradiaban los escritos e John McEnroe.

3'14 dijo...

He estado pensando en una posible lista de intocables, pero temo que los argumentos para derribar mis posibles mitos fueran más lícitos que mi pasión por ellos. Así que me quedo con la dicha: Para gustos los colores. Y así me evito dejarme a alguien fuera de la lista, que queda muy feo. Cuando cité a los blogeros que frecuentan mi blog en un post, me dejé a dos de los que más aprecio y es algo que todavía arrastro. Entre otras, porque uno de ellos no deja de recordármelo XD

Zar Polosco dijo...

Bueno, Pi, haz una lista de trescientos dieciocho intocables, pero no nos prives. Todas las listas son injustas. Todas las decisiones son injustas.