Adjunto menú de la Faisanada del pasado sábado
Comida
De aperitivos canapés fríos de atún y cangrejo, ensalada de pimientos del piquillo y anchoas y rabas de calamar al ajo y limón.
Primer plato: cocido montañés.
Postre: quesada pasiega.
Cena
Espárragos trigueros con jamón y cuajadera de huevos y patatas al pelotón.
Bocaditos de cabrales.
Frito de adobo de conejo y pollo con champiñones.
Costillas de cerdo en salsa de cerveza y mix de pimientos y cominos.
Vino ecológico Señorío de los Santos, de Socuéllamos.
El pan, las cañas, los carajillos, los orujos y los cien mil cubatas entre comida y cena y posteriores no se cuentan.
Yo esta Faisanada me moderé. Llegué el sábado a mediodía y me acosté temprano pues quería madrugar para llegar pronto a Valencia, cosa que hice. Fue una ardua negociación con Ana y tenía que cumplir mi parte. Sacrifiqué, incluso, el partido del Atleti en el Ciudad de Valencia (por cierto, estamos ahí).
Aún así me lo pasé como los indios.
Una vez más el Senséi cayó en el error de probar los cigarritos de la risa y volvió a ser mi mosca cojonera. Aparte de comenzar todas sus frases cada vez que se dirigía a mí utilizando la expresión be water, my friend, se pasó todo el rato cantando y bailando a mi alrededor de la manera más julandrona imaginable el "I was made for loving you, baby" de los Kiss.
Nos juntamos veintitrés. Miguel nos enseñó su nuevo piso. Vinieron los riojanos. José Ángel es de las mejores personas que yo he conocido en mi vida. Le dije lo de este blog. Es al único. Espero que lo recuerde, porque iba ciertamente perjudicado.
Salí de Belmonte a las nueve menos cuarto, a tres bajo cero y con una niebla peluda. A las once entraba en Valencia con dieciocho grados y un sol radiante. Viva el Levante feliz y su clima bonancible.
La Faisanada es lo mejor del mundo. O, al menos, está en puesto champions.
20 noviembre 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
Yo hubiera tenido bastante con los aperitivos.
¡Y Maniche metió dos goles! ¡Y Bjork metió otros dos! Jornada de sorpresas pardiez
Fíjate que pese a mi segundo apellido, nunca he podido poner la elle mayúscula correctamente, ni la ce hache, porque me pierde la estética.
Espero que no tengas que negociar tanto para el viernes venidero.
que hambre me ha dado leer tu entrada, jo.
cucumber y yo sabemos mucho de negociaciones, tanto que si nos mandaran a Oriente Proximo les arreglabamos rapido el lio.
y te digo que es la mejor manera de llevar la mater/paternidad con alegria, sin agobios, y disfrutando al maximo. aunque haya sacrificio de por medio.
Corregido, Torrín. Por lo del viernes, no temas.
A nosotros tampoco se nos da mal negociar. Si queréis nos repartimos un hemisferio cada uno y vamos solucionando los problemas del mundo.
Ayer es de esos días en que estás hecho polvo pero feliz. Estás sentado y riéndote solo de las cosas que vas recordando. Y, además, el Atleti goleando. Y Maniche marcando. Lo malo fue cuando encendí el ordenador y me di una vuelta por los hogares de mis amigos blogosféridos y leí el adiós de Pi 3`14. La echaré de menos.
Pues el caso es que no te corregía y ahora ya dudo de si la forma mayúscula es Ll o LL. Esta última me parece más correcta -si bien más fea. He consultado el diccionario de la RAE en línea, pero no aclara nada. Es un dígrafo considerado desde 1803 letra.
En todo caso, feliz digestión.
Ah! pero... ¿hoy en día todavía hay gente que mira lo que dice la RAE? ¡Si esos no saben nada! La razón siempre la tiene Microsoft Word; activas su auto-corrector y te dirá la solución a tu problema.
En este caso la solución es "Ll".
Easy win ;P
Caramba Zente, estás de lo más asiduo por aquí, y sin las mencionadas "k" (o "kaes", imagino que ése es su plural, sin consultar a la RAE lo digo) tan frecuentes en tus primeras apariciones y que son paradójicas en ti dado tu perfil anti-alternativo.
Por otro lado simplemente daré fe de lo mucho que se come y se bebe en la noble villa de Belmonte donde antaño, bajo mi disfraz de Pablo Abraira, aguanté como un valiente un peligroso festejo.
Gorras, más bien feneciste bien fenecido con las botas puestas mientras te sacábamos con los pies por delante.
¡Pero si aquí estoy para contarlo!
Me tambaleé, es cierto. No he vuelto, es cierto, y cada vez que viajo a la meseta y veo el desvío a Belmonte siento un horror inefable en el estómago, también es cierto... ¿Pero cuántos no hubiesen fenecido ciertamente esa noche que apenas recuerdo?
Publicar un comentario