Dice Woody que es difícil sobrevivir a una madre. Hay veces que también es difícil sobrevivir a un hijo. Mi tarjeta de embarque de noviembre de dos mil de Air Gabón origen aeropuerto Omar Bongo de Libreville destino Charles de Gaulle en París que me ha acompañado como marcapáginas desde entonces ha perecido vilmente asesinada. Fue brutalmente torturada en numerosas ocasiones, que siempre tenía que dejar los libros en alto. Pero un último descuido por mi parte ha resultado fatal. Ni siquiera se ha molestado en que pareciese un accidente.
Vendrán otros marcapáginas y quizá a alguno llegue a quererlo, pero ninguno tendrá un loro como el tuyo. Ni una franja tricolor.
Sé que me voy a arrepentir de lo que voy a escribir ahora, pero hay veces que pienso que Herodes el Viejo es uno de los personajes más injustamente tratados por la historia.
17 octubre 2006
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16 comentarios:
jejeje... me encanta la manera en la que has descrito semejante acto vandálico...
¿Habrá juicio? ¿Paredón de fusilamiento? Yo propongo tortura psicológica: Tres días de encierro para su juguete favorito...
jijiji... Los malévolos padres siempre tenemos más recursos, ¿Será la experiencia?
Es que la culpa la tienes tú, por no enmarcar tan valioso tesoro. Eso sí, estoy totalmente de acuerdo con que a veces apetece clonar de nuevo a Herodes. Saluditos
Yo marco los libros doblando las esquinas.
Ya estoy contra el paredon con la venda puesta, cuando quieran
Soy demasiado blando, aunque me las voy apuntando todas para resarcirme cuando llegue a la adolescencia. Me voy a hinchar a dejarlo en evidencia delante de sus amiguitas.
Y, sí, tendría que haber plastificado el marcapáginas, pero uno sólo aprende a trompazos.
Prefiero el rechinar de las tizas, el raspar cristales con las uñas, el ver a cualquier cretino punteando con su guitarra imaginaria los sultanes del swing, el lamer el sobaco a cualquier lanzadora de disco de la antigua DDR antes que empezar a pensar en la posibilidad de la idea de doblar la esquina de una página. Sisterboy, te acabo de borrar de mi testamento.
Lyrette tiene un catálogo dedicado. Un catálogo, por cierto, de belleza excelsa. Su nombre quedará así impreso para siempre y guardado en alguna urna de museo. Dicho lo cual hay que añadir que eres un fetichista muy torpe, muy zepporro y altisonante. Siempre tienes que estar tocando tus fetiches, tus pamplinitas, siempre bien sobadetes, siempre al alcance de tus manitas cetrinas o como fondo de tu monitor. Pues yo no lloraré.
Una esquinita de libro "no por favor, qué horror, cierra la muralla", pero tu reliquia queridísima babeada y al alcance del primero que pase por ahí, por muy primogénito y admirador de Charlize (doy fe) que sea. Vamos hombre.
Ya sé, Gorras, que no tengo perdón de Dios. Tenía que haberme hecho un relicario con cualquier trocito de una sola de las baldosas que con garbo hubiese pisado su lindo pie moreno. Es tan corto el amor. Es tan largo el olvido. Era de latón, de latón, de latón era. La vida y la muerte bordada en la boca. Dame veneno que quiero morir.
Mis puntos de libro son:
Targetas de abono-transporte de trenes (de esas acartonadas y que NO PASA NADA si se estropean...)
Puntos de libro de regalo de la propia librería (si es que encima les hago publicidad y no me hacen descuento...)
Otros puntos de libro (algo más elaborados y que me han salido gratis porque me los han regalado terceros, y es una lástima, porque estos se acaban extraviando, perder puntos de libro es equivalente a la pérdida de paraguas, guantes, bufandas... son objetos que más le vale a uno no tenerles demasiado apego...)
Cualquier papelucho (la mayoría con anotaciones de furtivas inspiraciones que quedan en nada...)
Las páginas dobladas las dejo para resaltar aquellas en las que subrayo (oh Dios!!! Otro pelotón de fusilamiento para mí!!! Zar no vas a dar a basto) párrafos a los que acudir con fácilidad cuando "olvido" ¿Dónde narices el autor decía aquello que tanto me interesó? Por eso no me gusta leer de "prestado". Y soy bastante reticente a la hora de dejar un libro. No me gusta perder amistades, que todos conocemos el dicho...
jajaja acabo de darme cuenta...
abono-transporte... error por mi bilingüismo... no pretendía decir que el transporte sea una mierda, lo cual tampoco quedaría demasiado lejos de lo que pienso, nos tratan como a ganado, sin ánimo de ofender al ganado,el caso es que creo que lo correcto es: bono-transporte.. pero es que en catalán la palabra es abonament, de ahí mi confusión.
Mil coces, digo, mil perdones
vaya... mírandolo bien, ahora resulta que no era incorrecto abono transporte... pues sigue sonándome mal. ¿No os pasa que hay palabras que parecen mal dichas o suenan fatal?
ifmxadmw ¿esto es algún tipo de castigo por escribir tres comentarios seguidos?
Los equipos de fútbol tienen socios y abonados. Estos últimos huelen peor, pero dan más y mejor fruto.
Cuando Bono era presidente de Castilla La Mancha, cada vez que las asociaciones de agricultores se manifestaban, siempre había una pancarta que decía: ¿La solución para el campo? Echar aBono. (¿Captáis el sutil juego de palabras, que dirían Tip y Coll?)
¿Subrayar libros? Me dispongo a volver a abrir el testamento y tengo una goma de borrar junto a mí.
Ranganathan, un sabio bibliotecario hindu establecio el siglo pasado las 5 leyes de la ciencia bibliotecaria. la primera era
"Los libros son para usarlos"
asi que amigos subrayar, doblar, prestar, y sobre todo leer y releer...para eso estan.
A lo mejor es trauma de la infancia. Yo le llevo un año a mi hermano, por lo que todos los libros de texto que empleaba él los heredaba al año siguiente. Y, por tanto, los trataba con exquisitez. Por supuesto que los usaba, pero ni un pintarrajo, ni un dibujo, ni un subrayado, ni un aforismo, ni un amo a Pepi pero la muy mala zorra me la pega con todo octavo B ni nada parecido.
Y estoy de acuerdo con que los libros son para usarlos, pero no para hacer hogueras, ni para calzar mesas, ni para ayudarnos a acceder a baldas superiores de estanterías, ni para zurrar con ellos (la letra con sangre entra). Estoy de acuerdo en lo de leer y releer y, a medias, en lo de prestar. Con el resto, aunque sea por estética, disiento, que es presente de indicativo.
que buen chico eras! yo soy la quinta de ocho hermanos y me llegaban los libros que daban pena (por supuesto los dejaba aun peor). a mi no me importa prestar, aunque reconozco que a veces un libro prestado es un libro perdido. pero bueno he leido tanto "de prestado" que le debo eso a la sociedad...ejem
Mejor libro prestado que libro apolillado, vamos que no soy fetichista de los libros. ¡Ah! pero confieso que siento love and simpathy por esos libros antiguos de tapa dura con ese adorable cordoncito de tela incorporado. Y ESAS GRANDES LETRAS GRANDES GRANDES GRANDES PLAZA Y JANES A VER SI APRENDEN JODEEEEEEEEEEEEEEER
Cuando me fui de casa de mis padres y me llevé todos mis libros, resultó que todos mis libros eran cuatro, que me había pasado toda la vida gorroneando lectura. Desde entonces pocos libros leo de prestado. Me los compro y así voy haciéndome una biblioteca. Incluso si me prestan algun libro y me gusta, luego me lo compro. Y respecto a prestar, según a quien. Hay una prima de Ana que, de vez en cuando me pide libros y a que siempre he recordarle que tiene libros míos, por lo que he tomado la determinación de regalarle libros, y así evitarme la vergüenza de reclamárselos.
Y sí que es verdad que los libros con tapa dura se leen mejor. Y lo de la cinta debería ser obligatorio.
Bueno, lo de la tapa dura es relativo, yo leo mucho en el tren y es algo engorroso, sobretodo llevarlo encima, hace que pese más... ah! Hablando de libros... estoy con el túnel (edición bolsillo, sin cordoncito...) y en cierta manera, pese a haber desembolsado de mi propias arcas, es como si leyera de prestado ;)
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