05 octubre 2006

Bienvenido, mister Marshall

Anoche había sarao en el río. Se ve que hay un congreso de no sé qué y en lo que llaman Tramo Lúdico habían preparado una fiestuqui muy cuca, que diría Álex. Había por allí unas cuantas azafatas muy monas, hectómetros de barras muy bien surtidas de bebida y papeíllo, un montón de guiris y menos guiris con su acreditación colgada del cuello (hay que ver como le gusta a la gente colgarse una acreditación), unas cuantas falleretas vestidas con el traje de Valenciana y Galbis preparando una de sus paellas gigantes. También había un escenario donde actuaba un grupo. El grupo de marras tocaba... sevillanas. Bajo el escenario habría una veintena de petardas vestidas de faralaes que si la primera, que si la segunda, que si la tercera o que si la cuarta. Paella y sevillanas. Very typical in Valencia.

En Villaescusa de Haro, provincia de Cuenca, cada vez que termina la procesión en honor de la Virgen del Favor y Ayuda, patrona de la localidad, la banda de tambores y cornetas, con mucha solemnidad, toca en su honor... la Salve Rociera. Y no es porque no exista la Salve en honor de la Virgen del Favor y Ayuda, que sí que existe, pero, hombre, cómo vas a comparar. (Con ese mismo argumento no sería de extrañar que, cuando tuviese que sonar el himno español, sonase el "Deutschland über alles" o Armando Manzanero cantando "Esta tarde vi llover". Cómo vas a comparar). Seguro que cuando se juntan toda esa cuadrilla de mamarachos, delincuentes e indeseables de romería para comer como cerdos, beber como cosacos y follar como monos o como ephemeras en fase no larvaria pero que a su Virgen del Rocío que no se la toque nadie (no sé yo si esto no será tomar el nombre de Dios en vano. No sé yo), repito, seguro que toda esta caterva trempa al oír la Salve en honor de la Virgen del Favor y Ayuda. Vamos, que les encantan estos intercambios religioso-culturales y aclaman a Villaescusa de Haro y hasta al último de sus monaguillos.

Si es que hay que ser gilipollas.

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