25 octubre 2006

Berta

Bueno, pues ya está aquí Berta.

Todo fue bien, similar a cuando nació su hermano. Ingresamos a las seis de la tarde, a las seis y media ya estaba Ana enchufada a las oxitocinas, a las diez y veinticinco entrábamos en el paritorio y a las diez y treinta y cuatro ya lloraba Berta. Parece fácil. Y debe serlo.

A mí no me llegaba la camisa al cuello. Con Carlos todo era nuevo. Con Berta estaba muy nervioso. Se me hizo muy larga la espera. Ana no paraba de temblar por culpa de la epidural y no dejaba de hablar y se dedicaba a contar los novios y novias que habían tenido cada uno de sus conocidos. Sólo me tranquilicé cuando entramos al paritorio y el ginecólogo, un tipo en apariencia majo a pesar de ser médico, bromeó sobre el Gran Berta y mentó a Woody Allen. Entonces, no sé por qué, sentí que nada podía salir mal.

El paritorio debe de ser el lugar en el mundo donde uno más agradece haber nacido hombre. Eso del milagro de la maternidad es una milonga. Aquello es una sangría de cojones, con casquería por todas partes, y unos cuantos tíos gritando empuja, empuja hasta que sale una cosa amoratada, arrugada y retorcida. Cuando nació Carlos me sentí un monstruo. Pensaba: joder, hoy es el día más hermoso de mi vida y yo sólo tengo la sensación de estar viendo el capítulo aquel de "V" en que nacía un niño que luego era también lagarto y mostraba su lengua bífida.

Pero lo que más me chocó de cuando nació Carlos fue que esa cosa de tres kilos fea y retorcida me soltó un guantazo que me mandó a un rincón y, mirándome fijamente, me dijo: - a partir de ahora aquí mando yo. Hasta ahora tú habías sido, más o menos, el centro de tu propia vida. Desde ahora mismo vas a pensar a través de mí.

Ayer, cuando Berta iba a comenzar su disertación le dije que no hacía falta, que ya me la sabía.

Hoy hemos hecho las presentaciones. Carlos ha mirado a Berta y se ha reído. Berta, que va evolucionando y que cada vez se parece más a Mónica Bellucci, ha sonreído sin necesitar abrir los ojos para mirarlo. Sus padres, que son unos emotivos, parecían unas plañideras.

Carlos y Berta. Berta y Carlos. La vida sí que puede ser maravillosa. Cómo nos vamos a divertir.

8 comentarios:

Slim dijo...

enhorabuena!! ahora a disfrutar de los momentos buenos..que te ayudaran a sobreponerte a los malos.
yo tambien me he emocionao, esto si que es razon y no el coche ese...jo

Anónimo dijo...

Slim, me has chafado el espíritu de mi comentario. Por esto si que vale la pena derramar lágrimas -y las que vas a derramar, Zepporro, no te haces idea.

Bienvenido al club de la parejita, ese que tanto le jode al Pato -lo cual es otro buen motivo para estar contento. Un abrazo fortísimo, Zepporro.

Y al coche, que le den.

3'14 dijo...

Enhorabuena!!! Y ahora a babear hasta que en lugar de babas sean espumarajos biliosos... Pero al menos ahora Carlos lo tendrá más repartido y Berta se llevará su parte cuando empiece con sus andanzas, eso o siempre puede culpar a partir de ahora a la pequeña... Ains... ¿se nota que arrastro el trauma de ser la pequeña de tres hermanos?

Te mandaría una cesta de regalo, pero uno no se puede fiar ni de lo qué ponen en ellas.

Así que besos y abrazos virtuales ;)

SisterBoy dijo...

¡ENHORABUENA MUCHACHOTE! Has perdido un coche pero has ganado una hija, yo creo que no hay nada mejor para un hombre que tener una niña, de hecho las pocas veces que fantaseo con la idea de ser padre siempre pienso en una nena.

Por cierto me gustó tu manera de contar el parto, solicito de nuevo tu permiso para copiar y pegar, (citando la fuente naturalmente)

Álex dijo...

Enhorabuena. ¿Has pensado en hacerla socia de la Deportiva? ;)

cucumber dijo...

Welcome to the world the 4family, ahora podras jugar al parchis, siempre habra empate en las votaciones, podras jugar tenis a dobles, comerás en mesas cuadradas y cada uno tendra su lado, en fin que seas muy feliz y tus hijos den mucha guerra.

Tomás Ortiz dijo...

qué emotivo, mi más sincera enhorabuena. Sí, sí, tú dices que ya te lo sabías todo. Pero yo creo que cada uno es un mundo, y ya verás cómo aprendes con Berta cosas que no te imaginabas con su hermano... Saluditos apretados

Zar Polosco dijo...

Muy agradecido y muy emocionado. Ya estamos en casa. De los hospitales cada vez te echan antes. Tiene que haber rotación de camas, como si fuese un hotel.
Comienza nuestra nueva vida.

Sisterboy, siempre tienes mi permiso para citarme, respetando los derechos de autor y confío que algún día pagando royalties.

No sé si hacerla de la Deportiva. Lo que no será, de ninguna de las maneras, es del Atleti.

Y hoy es inoportuno pensar en mi coche viejo, pero seguro que la semana que viene lo echaré de menos.

Muchas gracias a todos. Esto de las familias virtuales blogueras es cojonudo.

Muchas gracias.