30 julio 2006

Como sé que te gustan los garbanzos torraos

Decía el grandísimo Faulkner que él sólo trabajaba cuando estaba inspirado. El problema era que la inspiración le acosaba y no le dejaba ni un segundo tranquilo.

Creo que era Picasso el que afirmaba que, por una extraña casualidad, siempre que le llegaba la inspiración le pillaba trabajando.

También, no sé quien, decía que la fórmula del éxito era un uno por cien de inspiración y un noventa y nueve por cien de transpiración.

Para poder rematar mis conclusiones me faltaría saber cual es la opinión de Romario al respecto.

Y la de Ronaldo.

Y cual era la de Marilyn, quien alguna vez afirmó que, antes de triunfar, se había arrodillado en todos los despachos de los productores de Hollywood, y no precisamente a implorar.

3 comentarios:

SisterBoy dijo...

No sé lo que pensaran RoRo y lo que penaba Marylin pero Robe Iniesta decía que todo el esfuerzo y la dedicación del mundo no podían sustituir la falta de talento

Zar Polosco dijo...

Desde que se fue Makelele del Madrid, los vikingos no han levantado cabeza. Y por muchos años.

3'14 dijo...

Pues creo que la clave está en el esfuerzo (y un poquito de suerte). Por más inspiración que tengas, si no sabes atraparla correctamente de nada sirve.
Que se lo digan a Marylin y sus rodillas. ;)