Hoy es el día más triste del año. Y es una pena que no me dejen disfrutarlo. Tanta Ford y tanto Puerto y tanta leche.
Algunos bendecirán el trajín de un día laborable para así poder distraerse y olvidar. Yo no. Estos días son para relamerse en la tristeza y enfangarse en la desazón. Un poco de respeto para mi angustia.
20 marzo 2006
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